Per la Mar Viva entregó un manifiesto al patrón de un pesquero para denunciar su actividad.   

TW
3

La Conselleria de Agricultura, Pesca y Medio Natural del Govern balear prohibirá, mediante un decreto, la pesca de cerco en las aguas interiores de Menorca. La medida todavía no está aprobada, pues el texto se encuentra hasta el 2 de febrero en fase de exposición pública, para que puedan presentarse alegaciones.

Con este decreto, el Ejecutivo autonómico busca regular con más precisión la pesca de cerco en el archipiélago balear, una vez la Orden del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del pasado 24 de julio, «no se adapta a las características de la flota balear». De hecho, «las pocas embarcaciones que practican esta pesca en Balears son de dimensiones muy reducidas respecto de las habituales en el resto de flota mediterránea española».

La norma tiene en cuenta que los buques baleares únicamente se dedican a la sardina y el boquerón, y pretende evitar la llegada de barcos de otras zonas, como el que el pasado verano denunció la asociación Per la Mar Viva, por faenar tanto en aguas exteriores como interiores de Menorca.

Articulado

En su artículo 4, el decreto especifica las «zonas prohibidas», concretando que «la pesca de cerco solo se podrá practicar en las aguas interiores de la isla de Mallorca, quedando prohibida en las aguas interiores de las islas Pitiüses y de la isla de Menorca».

Carlos Salord, de Per la Mar Viva, se congratulaba ayer por esta regulación, que va en la línea de sus reivindicaciones. «Supone un paso adelante» en la protección de las poblaciones de especies que esquilmaban buques foráneos y «hemos conseguido algo impresionante», señalaba. «Imagino que la acción que hicimos tuvo su repercusión y ha servido para mover hilos en el Consell y el Govern, aunque seguro que era una cuestión que ya estaba sobre la mesa».

Si no hay cambios tras las alegaciones, la norma limitará a diez el número de embarcaciones autorizadas para practicar la pesca al cerco en aguas interiores de Balears, es decir, de Mallorca, y define los tonelajes y potencias máximos de los buques, según reza el decreto en su artículo 2.

El apunte

Recogida de firmas para impedir este arte en las aguas exteriores

Per la Mar Viva tiene previsto iniciar en febrero una campaña de recogida de firmas para lograr que la pesca al cerco se prohíba también en las aguas exteriores de Menorca. Una acción con la que pretenden erradicar las prácticas abusivas, como las detectadas el último verano, cuando barcos con base en puertos del litoral peninsular navegaron hasta la costa menorquina para llevarse, según denunciaron entonces, cantidades ingentes de pescado.

Precisamente, esta reivindicación la abordó, el 18 de diciembre, el conseller balear de Agricultura, Pesca y Medo Natural, Joan Simonet, durante el encuentro mantenido en Madrid con el ministro Luis Planas. Entonces, desde el Govern reclamaron al Gobierno la creación de un Plan Especial de Pesca para Balears y trasladaron la petición del sector pesquero de las islas de la prohibición de la pesca al cerco en las aguas exteriores de Menorca, Eivissa y Formentera, «tal como tenemos previsto hacer nosotros con las aguas interiores de estas islas», dijo entonces Simonet.