El barco pesquero de Castellón al que Per la Mar Viva entregó de madrugada un manifiesto de queja. | PER LA MAR VIVA

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El decreto que fija los principios generales de la pesca de cerco en las aguas interiores de Balears ha superado el periodo de exposición pública sin que ninguna entidad, particular o cofradía de Menorca haya presentado alegaciones. Esto indica, a priori, que se ve con buenos ojos que esta modalidad de pesca quede totalmente prohibida en la Isla.

El viernes fue el último día de exposición pública y en el conjunto del archipiélago se han presentado un total de siete alegaciones. Concretamente, según detallaban desde la conselleria balear de Agricultura, Pesca y Medio Natural, han hecho aportaciones la Asociación Mallorquina de Pesca Responsable, las cofradías de Pollença, Palma y Alcúdia, GOB Mallorca, Marilles y Save de Med y un particular a título personal.

Tramitación

En Menorca, entidades como el GOB o Per la Mar Viva no han presentado objeciones al borrador del decreto. De hecho, desde esta última entidad, su presidente, Carlos Salord, manifestaba su total apoyo a la normativa que está en tramitación.

Cabe recordar que Per la Mar Viva ha llevado a cabo un intenso seguimiento de un pesquero con base en Castellón que se desplazaba hasta el mar balear para faenar. Aparte de comunicar a su tripulación su desacuerdo con sus prácticas, presentó además la correspondiente denuncia por considerar que se vulneraba la legislación vigente.

Ahora, con el decreto que tramita el Govern, según reza el artículo 4, «la pesca de cerco solo se puede practicar en las aguas interiores de la isla de Mallorca, quedando prohibida en las aguas interiores de las islas Pitiusas y de la isla de Menorca». Además, el Ejecutivo autonómico ha solicitado al Gobierno central que se amplíen las restricciones, también, a las aguas exteriores de Menorca.