Héctor Pons regresó este lunes al Ayuntamiento de Maó. | Gemma Andreu

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Seis semanas de permiso de paternidad después, Héctor Pons retomó este lunes por la mañana su actividad convertido, asegura, en un alcalde de Maó distinto. El nacimiento de una hija cambia a cualquiera, «en cierto modo será diferente, claro, se notará sobre todo en el tipo de dedicación al cargo, en el tiempo, hasta ahora estaba volcado en la Alcaldía, acudía a todos los actos. A partir de ahora no sé si podré, pero estas cosas la gente lo entiende». En la intendencia del hogar no ve problema, «tengo mucha suerte de mi familia».

El parón de seis semanas es obligatorio por ley. No se acogerá a los dos meses y medio más que podría coger de permiso remunerado. «Este trabajo es flexible en cuanto a los horarios, esto ayuda». Durante el paréntesis, Héctor Pons asegura que logró desconectar de su tarea en el Ayuntamiento de Maó, «sobre todo durante las primeras semanas». Pese a ello, ha mantenido un contacto permanente con su sustituta temporal, Elena Costa, y el resto del equipo de gobierno, especialmente con Dolores Antonio. Cada lunes despachaban.

Héctor Pons afirma que el alcalde, durante la ausencia, pierde la firma pero no la responsabilidad ni el instinto de pasear por la ciudad con mirada laboral. «El equipo de gobierno funciona bien, y esto me ha dado mucha tranquilidad. El Consistorio ha seguido adelante, se han licitado obras, aprobado proyectos... El ciudadano no ha percibido nada», comenta. El hecho de ser menos concejales que otros mandatos, por lo de la minoría, tampoco ha sido un hándicap.

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Héctor Pons, este lunes, con Elena Costa, su sustituta este tiempo. | Gemma Andreu

Considera que los permisos de cierta duración para un padre que ostenta un puesto de alta responsabilidad es algo que «ya está bastante normalizado en la sociedad, he recibido mucho apoyo. De hecho, lo que la gente no entiende es que antes los padres apenas tuvieran dos días de permiso. Disponer de un tiempo mayor, de seis semanas, por ejemplo, es necesario desde el punto de vista emocional, de relación con el bebé. Ni me imagino haber venido a trabajar a los dos días después del nacimiento de Júlia, me parece algo impensable».

El regreso a la plena actividad ha sido progresivo a nivel mental, afirma el alcalde de Maó.«Hace ya días que pienso en el trabajo, la desconexión se acabó hace ya un tiempo». A nivel doméstico, el retorno le supuso volver a madrugar, a activar el despertador, puesto que asegura que de momento la paternidad le está siendo plácida en cuanto al descanso nocturno, sin más alteraciones del sueño de las mínimas que exige un bebé recién nacido.

A nivel laboral, en el despacho, de progresivo nada. De hecho, este lunes abordó con Elena Costa el ‘traspaso de poderes’ y de inmediato le aguardaba una intensa mañana de reuniones, como suele ser costumbre en este puesto y otros de primer nivel en la administración pública. Con todo, fue plácido. Héctor Pons afirma que no se encontró una montaña de expedientes por revisar, ni una lista de llamadas por devolver, ni a su sucesora con la dimisión en la mano. «Elena lo ha llevado bien, nada ha estado parado. La prueba es que la ciudad no lo ha notado».

El apunte

En minoría pero sin sobresaltos tras alcanzar acuerdos con la oposición

En Menorca, el equipo de gobierno de minoría que menos sobresaltos ha tenido de momento es el de Maó. «Aprobamos los presupuestos sin ningún voto en contra, esto hacía tiempo que no pasaba», comenta el alcalde, lo que sin duda ha ayudado a tener un permiso plácido. El secreto es la capacidad de diálogo, de pactar sin que esto parezca una derrota, y tener al otro lado, claro está, alguien dispuesto a hacerlo, «con esta situación todos somos más responsables». El resultado es que «tenemos proyectos importantes activos», que la cosa avanza.