El nuevo módulo de colgadores de residuos instalado en el Camí de sa Sínia | Gemma Andreu

TW
46

La fase 3 del sistema de recogida selectiva de residuos ‘puerta a puerta’ en Maó empezó a aplicarse el pasado lunes en el perímetro de la ciudad, es decir, en los barrios de Malbúger y Camí d’en Barrotes, el puerto y el polígono industrial. De esta manera, el novedoso plan del Consorcio de Residuos hacía frente a uno de los grandes retos y preocupaciones de los ciudadanos: los bloques de pisos.

Para superar este desafío, el Consorcio ha propuesto a los ayuntamientos de Maó y Es Castell sustituir los postes comunitarios por áreas de aportación que pueden dar cabida a aproximadamente 130 cubos. Por el momento tan solo se ha instalado uno de los también conocidos como módulos de colgadores de residuos, justo en el sitio donde antes se emplazaban los contenedores que daban cobertura al barrio de Barrotes.

Noticias relacionadas

Menor impacto

En un principio estaba previsto que se montasen ocho postes en el mismo espacio que ocupan ahora las áreas de aportación. «Desde el Consorcio consideramos que era un elemento que tendría un impacto visual que no nos acaba de gustar y tratamos de buscar una alternativa», explica el director insular de Medio Ambiente, Mateu Aínsa.

A su vez, Aínsa se inclina por estas nuevas áreas de aportación en las zonas donde sería necesario instalar muchos postes. No obstante, cada calle y cada barrio tiene sus «propias particularidades», por lo que se estudiará la forma de colocarlas en cada caso. «Tienen un menor impacto y quedan más cerradas y recogidas», concluye.

Punto de vista

El Consorcio se olvida de algunos vecinos en el primer día de implantación del ‘puerta a puerta’

Los vecinos del puerto, la zona del polígono industrial y los barrios de Malbúger y Camí d’en Barrotes se habían concienciado sobre el nuevo sistema de recogida selectiva de residuos y dejaron los deberes hechos en su primer día.

Sin embargo, para algunos vecinos de la plaza Verge del Toro y de la calle Pablo Picasso la sorpresa ha sido mayúscula cuando han visto que sus cubos seguían en el mismo sitio en el que los habían dejado, sin que se hubiera retirado su correspondiente bolsa de residuos de su interior.