El proyecto incluirá también la reforma de la atalaya (a la izquierda), que en su día el Obispado compró al Ministerio de Defensa y que por dentro está bastante alterada tras el uso como torre militar de comunicaciones. | Katerina Pu

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El pleno del Consell abordará este lunes la aprobación del convenio de colaboración con el Obispado de Menorca para modificar el Plan Especial de Protección del ANEI de El Toro. El objetivo es la «ordenación de los usos existentes en el santuario de El Toro», con el objetivo de poder rehabilitar las construcciones de la Diócesis e incluir el uso residencial colectivo, es decir, de hospedería.

El interés del Obispado de Menorca por rehabilitar las instalaciones de El Toro viene de años atrás, sin que hasta ahora haya sido posible avanzar en la materia.

En mayo de 2003 se aprobó el Plan Especial de Protección del área natural de especial interés de El Toro, así como la del Área Rural de Interés Paisajístico (ARIP) adyacente. Un plan con vigencia indefinida que preveía la redacción, por parte del Consell, de un Plan Especial de Protección del Bien de Interés Cultural (BIC) que configuran el conjunto monumental y artístico de la cumbre.

Sin embargo, como apunta el arquitecto de la Diócesis, Francesc Farrés, a día de hoy, este paso todavía no se ha dado.

Fue así que, en enero de 2021, llegó al Consell la solicitud hecha por el Obispado ante el Ayuntamiento de Es Mercadal, para iniciar la tramitación del plan especial, la cual la institución insular    reconoce que, «transcurridas cerca de dos décadas» desde que se aprobara el primer documento, «se constata la conveniencia de adaptarlo a la realidad del entorno, que garantice la conservación de los valores naturales y patrimoniales del ámbito afectado, con especial atención al santuario de El Toro y a los usos que se desarrollan».

El acuerdo

El convenio que debe validar hoy el plenario del Consell establece que será el Obispado quien redacte el plan especial, con cada una de las fases de ejecución del documento. Una labor que, según Farrés, se demorará, por lo menos, un año y medio. En cualquier caso, «es una buena noticia, es el punto de partida», dentro de este proyecto que impulsa la Iglesia en Menorca.

«Con esta modificación del plan especial podremos incluir usos que no estaban contemplados hasta ahora, pero que ya se incluyeron en el nuevo Plan Territorial Insular de 2023». Es el caso del uso como hospedería.

Con el plan especial aprobado, luego será el momento de «presentar el proyecto de rehabilitación del santuario, de la hospedería, de la residencia de las monjas y del cau de los Escoltes». Igualmente, «hay la posibilidad de rehabilitar las salas de reuniones».

Para este proyecto había una estimación de una inversión de varios millones de euros. «Hace muchos años que tenemos un anteproyecto», pero habrá que recalcularlo todo, por la evolución de los precios y también por los cambios que se han ido sucediendo en cuanto a la normativa técnica.

Esta reforma será un paso más en la mejora de las instalaciones del santuario de El Toro, y que se sumará a otros proyectos realizados los últimos años, como la canalización de agua potable hasta la cima.

El apunte

Está pendiente el plan para reordenar las antenas de telecomunicaciones

El arquitecto Francesc Farrés recuerda que todavía está pendiente de elaboración el plan especial para la reordenación de las antenas de telecomunicaciones. «El Plan Especial de El Toro habla de que el Consell tiene que elaborarlo, pero no se ha hecho».

Una de las posibilidades podría ser que se incluyera este documento dentro de la tramitación del plan de protección del BIC, «pero todavía no lo sabemos». Queda pendiente de futuras reuniones con los departamentos del Consell implicados.

En la cumble más elevada de la Isla quedarían, asimismo, otras cuestiones por resolver, como la reordenación de los aparcamientos.

El apunte

«No hay aumento de volúmenes, se respeta el paisaje y el patrimonio»

El obispo de Menorca, Gerard Villalonga, afirma que la aprobación del convenio «constituye una buena noticia» para este proyecto que «acumula retraso desde hace años».

Según define Villalonga, «se trata de recuperar y arreglar las dependencias ya construidas», con «una actuación respetuosa, sin modificar, añadir ni incorporar nuevas estructuras arquitectónicas». Por tanto, «no hay incremento de volúmenes», afirma.

Sobre la reforma, será de «estilo monacal, austero, con respeto e integración con el entorno paisajístico y patrimonial, en el mismo sentido que el monasterio de Lluc, en Mallorca».

Por último, el prelado de la Diócesis explica a «Es Diari» que «los usos serán como casa de ejercicios, espacio de espiritualidad, salas de reuniones y encuentros diocesanos; y el de hospedería monástica que ya tenía antes».