Margarida Llambías, de Unió de Pagesos, y Catalina Pons, de Fagme, han leído el documento frente a más de 200 personas. | Gemma Andreu

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La tractorada que este lunes convocaron Unió de Pagesos, Federación Agrícola y Ganadera de Menorca (Fagme) y Unió de Cooperatives Agràries de Menorca (Ucabal), y a la que también se adhirió la Associació de Productors d’Agricultura Ecològica de Menorca (Apaem), culminó en Maó tras un recorrido de tres horas que empezó a las 10.30 horas en Ciutadella y que reunió a medio centenar de tractores en la carretera general a lo largo de la mañana.

Los vehículos echaron el freno sobre las 13.30 horas en las inmediaciones de la Plaça Miranda de Maó, donde los payeses se hicieron eco del manifiesto que habían preparado para la ocasión con sus principales reivindicaciones frente a la Dirección Insular del Estado. Ante más de 200 personas concentradas en la plaza, la secretaria general de Unió de Pagesos, Margarida Llambías, y la presidenta de Fagme, Catalina Pons, fueron las encargadas de leer el texto que posteriormente entregaron a la directora insular del Estado en Menorca, Isabel López, para que sus demandas sean remitidas a Madrid y a Bruselas.

Exceso de burocracia y normativas

Desde el sector denuncian el exceso de burocracia y normativas europeas, estatales y autonómicas, y recuerdan que en Menorca las explotaciones agrarias y ganaderas son de pequeño y mediano tamaño, con lo que el incremento de tareas administrativas se convierte en un aumento inasumible de los costes fijos de explotación. Por ello, exigen la «disminución y flexibilización» de las normativas, así como una moratoria en la implementación del cuaderno de campo digital y de la factura electrónica.

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La tractorada llegó a Maó sobre las 13 horas. | Gemma Andreu

Competencia desleal de terceros países

Los firmantes del manifiesto también consideran inadmisibles las importaciones de productos de países extracomunitarios que no están sometidos a las mismas regulaciones ambientales, sanitarias y laborales que los productos europeos. En este sentido, piden la paralización de los acuerdos y negociaciones de la Unión Europea con terceros países.

Sequía y cambio climático

Asimismo, los payeses señalan que los efectos del cambio climático están haciendo disminuir la capacidad productiva del sector en Balears, y piden una simplificación de la Política Agraria Común (PAC) y una política de seguros agrarios para hacer frente a los nuevos retos. Además, consideran necesaria una moratoria de licencias para nuevas actividades no propias del suelo rústico, como es el caso de los parques de placas fotovoltaicas.

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Una Administración más ágil

Otra de las peticiones del campo menorquín es una mayor eficiencia de la Administración, a la que piden una mejor dotación económica y que «legisle mirando hacia el sector agrario». Solicitan, especialmente, que no se produzcan retrasos en la resolución de los expedientes de las ayudas ni en los pagos.

Producto local y cumplimiento de la cadena alimentaria

Los payeses también denuncian la entrada de productos de fuera de Balears, producidos por debajo de los costes de los productores de la Isla. Por ello, piden que se pongan en marcha medidas para potenciar el producto local, tanto en la gran distribución como en el sector turístico.

En este sentido, piden que se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria y la Ley Turística, así como que se publique el índice oficial de precios y costes de producción.

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La comitiva de tractores echó el freno en la Plaça Miranda de Maó. | Gemma Andreu

Falta de relevo generacional

La falta de relevo generacional en las explotaciones agrarias es otro de los caballos de batalla del sector, por lo que los firmantes del manifiesto piden al Gobierno que ponga en marcha un plan para favorecer el acceso de los jóvenes a los trabajos del campo. «No nos podemos quedar sin payeses», advierten.

Reconocimiento de la insularidad

Finalmente, las organizaciones agrarias exigen que el hecho insular quede contemplado en la normativa europea, como ya sucede con las islas griegas. En este sentido, lamentan que la insularidad aumenta los costes de los productores de las islas, y los deja en desventaja frente a sus competidores del continente, puesto que encarece el precio final de sus productos. Por ello, piden que se compensen estos costes y que el Gobierno defienda en Bruselas el reconocimiento a la insularidad en las ayudas complementarias de la PAC.

Asimismo, recuerdan que la huella de carbono de los productos agrícolas de Balears es inferior a los de la Península, pero esto no se ve compensado. Por este motivo, piden que se incrementen los fondos del Impuesto de Turismo Sostenible (ITS) destinados al sector agrario de las Islas.