El cuartel Conde de Cifuentes será el futuro centro de FP | Gemma Andreu

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La propuesta realizada por el Ayuntamiento de Es Castell de reducir el tamaño del nuevo centro integrado de Formación Profesional ha generado un debate a tres bandas en la red social X entre el conseller socialista, Edu Robsy; el alcalde del municipio, Lluís Camps; y la concejal de Hacienda, Movilidad y Vivienda del Ayuntamiento, además de diputada autonómica, Salomé Cabrera.

En primer lugar, Robsy publicaba un post en el que hacía alusión a «la fijación de Lluís Camps con los aparcamientos» y se preguntaba si al alcalde «de verdad le parece una buena idea reducir la escala del Centro de Formación Profesional previsto para imponer otros usos». «Ha costado años -él debería saberlo mejor que nadie- y ahora ¿le ‘sobran’ alumnos? Creo que la posibilidad de tener cada año 600 jóvenes formándose allí para ser los mejores profesionales es bueno para la ciudad y es bueno para Menorca», añadía el conseller.

En último lugar, afirmaba que los jóvenes «se merecen un futuro mejor» y que «más de 13 millones de inversión se quedan en el aire, además de poner en riesgo un centro que podría ser de referencia».

El alcalde de Es Castell, el popular Lluís Camps, contestó de forma irónica a la publicación de Robsy agradeciendo «sus aportaciones» y preguntándole si no tiene «suficiente trabajo en asesorar» al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

Al mismo tiempo, defendía que desde el Ayuntamiento harán «lo mejor» para los vecinos de la localidad y que el PSOE ya tiene «bastante» con «solucionar la trama de las mascarillas» de la expresidenta del Govern, Francina Armengol. «Ah, ¡recuerdos a Koldo!», concluía Camps haciendo uso de un tono sarcástico.

Los 13 millones de inversión

Por su parte, Salomé Cabrera respondía a Robsy pidiéndole «seriedad»: «Queremos reformular el instituto, incorporando familias educativas necesarias y optimizar los usos. No tiene sentido vaciar el resto de institutos de Menorca y dejar sin uso lo que ya funciona», explicaba. Por último, Cabrera dejaba claro que los 13 millones de euros «están garantizados».