Un avión de Vueling en la pista del Aeropuerto de Menorca. | Gemma Andreu

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La propuesta piloto de OSP que el Ministerio de Transportes estudia para la ruta Menorca-Barcelona ya no prevé una tarifa de referencia de entre 60 y 180 euros por trayecto, de 15 a 45 euros para los residentes, tal como se venía anunciando desde hace dos años.

La directora general de Transporte Aéreo, Lorena del Valle, asegura que estas cifras forman parte del «estudio preliminar» que sirvió para impulsar la iniciativa, pero que no coinciden con los datos «confidenciales» que ahora comparte Aviación Civil con las administraciones implicadas en la comisión de seguimiento, el Consell y el Govern balear.

Lo único que ha trascendido es que se plantea un sistema de OSP inédito en Europa, sin exclusividad ni financiado por la administración y en el que la compañía que lo opere pueda compensar los precios más altos con los más económicos, fijando un límite máximo pero sin tener que aplicar tarifas abusivas a los pasajeros.

«Hay que estudiar la propuesta con más profundidad», dice la directora general, quien se compromete a velar por «hacer que la conectividad con Menorca sea la mejor posible y a unos precios razonables».

Precios «estratosféricos»

El Cercle d’Economia de Menorca urge a «negociar bien el precio» de la futura OSP con Barcelona, que viene reclamando «para acabar con los precios estratosféricos de los billetes». Esta oferta crea «una situación lesiva para los menorquines, los visitantes y el propio Estado, que se ve abocado a pagar el 75 por ciento del descuento de residente sobre unas tarifas abusivas», que llegan a sobrepasar los 400 euros por trayecto.

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El portavoz del Cercle, Joan Enric Vilardell, compara la fórmula propuesta -una OSP en régimen abierto y no subvencionada- a la que ya opera en los vuelos interislas, que permiten ir y venir de Palma por 50 euros, «que son 200 para los no residentes. Es una prueba de que el precio se negoció mal y debería abaratarse». Y en la línea con Barcelona también, «pues es la ruta que concentra casi la mitad del tráfico aéreo con Menorca. Es evidente que hay mercado, y negocio. Así que nadie se preocupe, que el holding del grupo Iberia (compuesto por Air Nostrum, Iberia Express y Vueling) no nos dejará tirados».

Vilardell pide que «no se piense tanto en que se pueden perder las ofertas ‘chollo’, puesto que seguirán sacándose billetes a 15 euros, sino en cómo repercutirá sobre la economía de todos que pueda llegar con más facilidad gente de fuera». Por eso, ve básico que la administración «no piense en cuadrar los beneficios de la compañía, sino en mejorar las condiciones del servicio. Vueling tiene que ver que abusa de la dependencia cautiva de los menorquines, que no tenemos trenes ni autopistas, pero los financiamos igual».

PIME pide libre competencia

La patronal de la pequeña y mediana empresa, PIME, también entiende que «el problema de la ruta con Barcelona es el precio, no las frecuencias», pero el empresariado nunca le ha trasladado a la junta directiva la necesidad de un servicio público aéreo.

«Para nada existe la misma problemática que con Madrid», remarca la presidenta de PIME, Maria García. «Es cierto que algunos días los billetes son caros, pero somos partidarios de la libre competencia y en la línea con Barcelona siempre ha habido más de una operadora. Por eso tememos que transformarla en OSP sea perjudicial».

La ruta Menorca-Barcelona es, con diferencia, la más utilizada por los menorquines al cabo del año. En 2023 batió su propio récord al alcanzar los 932.953 viajeros, el 42’9 por ciento de todo el pasaje de tráfico nacional.