La industria, que tiene un mayor peso en Menorca, se va lastrada por los costes energéticos. | Josep Bagur Gomila

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El año récord en gasto turístico, el número de visitantes y las contrataciones en el sector servicios han impulsado la economía balear a un crecimiento del 3,7 por ciento en el último año. Una cifra positiva que se reparte, no obstante, de forma desigual entre islas. Mientras Mallorca y las Pitiüses superan la media autonómica en una décima, Menorca registró un crecimiento del 2,7 por ciento en 2023.

La clave de esta diferencia radica en el turismo, el sector que más se expande: en Menorca tiene un peso menor sobre el conjunto de la economía respecto a sus islas hermanas. A pesar de que la economía en términos agregados ha superado el nivel anterior a la covid, el indicador del PIB per capita todavía está por debajo: hoy es de 24.984 euros por persona.

El análisis de coyuntura económica que el Govern ha hecho público este jueves destaca que las Islas han registrado el nivel de producción más alto de los últimos diez años y crecen por encima de la media española (que fue del 2,5 por ciento) y de la Unión Europa (0,4 por ciento). El sector servicios, clave en este crecimiento, aporta el 87 por ciento de la riqueza que se genera en el archipiélago.

Más dependientes del turismo

Antoni Costa, vicepresidente y conseller de Economía del Govern, ha constatado que la economía insular depende cada vez más del turismo en detrimento de otros sectores como la industria, la construcción y la agricultura. Desde la pandemia, por ejemplo, se ha incrementado el peso del sector servicios (1,4 puntos más) y ha bajado el de la industria (0,9 puntos menos).

En 2023 el sector servicios ha sido el único que ha ganado peso en la economía balear, con un aumento del Valor Añadido Bruto (VAB) del 4,1 por ciento. También ha crecido, aunque por debajo de la media, la agricultura y pesca (3,6 por ciento) y la construcción (2 por ciento). El retroceso de la industria en el último año –Menorca es la isla más industrializada- ha sido del 1,1 por ciento, lastrado por los costes energéticos.

«Hay que intensificar sectores como el sector náutico o la innovación y la tecnología», ha afirmado el conseller. «La economía de Balears ha crecido mucho en volumen, pero no tanto en valor, este es el reto a futuro de nuestra política económica a futuro: debemos conseguir aumentar la variable de la competitividad, vinculada a la productividad», ha dicho Antoni Costa.

La economía se ralentiza en 2024

Para este año, la previsión del Ejecutivo autonómico es que la economía balear se expanda un 2,3 por ciento, una ralentización que también se espera en el conjunto de España, en este caso con una previsión de crecimiento del 1,9 por ciento.