Un bañista se limpia la arena de los pies en Sant Tomàs.  | Josep Bagur Gomila

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Se acabaron las duchas en las playas de Menorca. Al menos las de agua potable. A partir de este verano, tan solo se podrá acceder al servicio de duchas de la playa de Sant Tomás gracias al innovador sistema que tiene previsto instalar el Ayuntamiento de Es Migjorn Gran en las próximas semanas: duchas y lavapiés que utilizan agua del mar mediante energía solar.

Este proyecto pionero en la Isla gana cada vez más adeptos: Alaior, Sant Lluís, Ciutadella y es Mercadal ya están estudiando su aplicación de cara a futuras temporadas. Así, se estarían adaptando a la normativa del Plan Hidrológico de Balears vigente desde el año 2022, el cual indica que «las administraciones implicadas en la gestión del ciclo integral del agua promoverán la sustitución progresiva de las duchas de playas por lavapiés que utilicen agua de mar, con el objetivo de reducir el consumo de agua y concienciar de la escasez del recurso».

Por otro lado, Sant Lluís y Es Mercadal serán los únicos que no activarán los lavapiés este verano. Alegan que acatan la normativa del Plan Hidrológico en situación prealerta por sequía. Sin embargo, Menorca era la única isla en estado de normalidad el pasado mes de marzo. Aunque eso sí, también fue la isla en la que menos llovió, registrando un promedio de 21,1 litros por metro cuadrado, un 37 por ciento de precipitaciones menos de lo habitual. Por tanto, cabe estar atentos a la evolución de la situación de las reservas hídricas.

Alaior: sin duchas, pero avanzando en los lavapiés de agua salada

El Ayuntamiento de Alaior deja inhabilitadas las duchas de las playas de Son Bou y Cala en Porter,    prolongando así prolonga la acción que puso con el cambio de legislatura del año pasado.

Sin embargo, el PSOE reclama que también se cierren los lavapiés y presentó una moción para instar al Ayuntamiento a «lanzar una campaña de concienciación ciudadana sobre el uso del agua», pero el gobierno del Partido Popular votó en contra. Mir pone especial énfasis en la playa de Son Bou, la más grande de Menorca y la que más afluencia recibe en los meses estivales. «No quiero ni imaginar el consumo de agua que hay en julio y agosto», comenta Mir.

Anulado el servicio de ducha por el «derroche de agua» que suponía, desde el Ayuntamiento están tratando de encontrar una solución más sostenible para poder seguir utilizando los lavapiés sin restricciones. «Tras reunirnos con los técnicos en septiembre, llegamos a la conclusión de que la mejor opción era el empleo de agua salada», señala el regidor de Playas, Sito Triay.

A partir de este momento, el Consistorio se puso manos a la obra para preparar un nuevo sistema de lavapiés: primero en Cala en Porter y después en Son Bou. «En Cala en Porter lo vemos más fácil y ya presentamos el plan a Costas. Por el momento parece factible», apunta un optimista Triay. Además, se contempla trasladar los lavapiés de la playa a la zona de los baños contiguos a la misma.

Al mismo tiempo, se está ultimando el proyecto para Son Bou, cuya preparación es «más costosa» por «las particularidades de la playa». «Es una zona protegida, tenemos toda la zona dunar… realmente hay que tener muy claro cómo vamos a hacerlo para que las administraciones nos den los permisos necesarios», relata Triay, a la vez que recuerda la gran distancia que existe entre las pasarelas, donde se hallan los lavapiés, y la orilla del mar. «Aún no sabemos si nos lo autorizarán o no», confiesa.

Por tanto, esta operación para la que todavía no se conoce presupuesto alguno resulta más complicada a nivel técnico que a nivel económico. Lo que es seguro es que el sistema de agua salada no se instalará esta temporada y habrá que esperar, como mínimo, al próximo verano.

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Las duchas de la pasarela de Son Bou, precintadas. | Gemma Andreu

Es Migjorn Gran: el equipamiento de agua salada estará listo para este verano

La instalación de hasta diez equipos sostenibles, entre duchas y lavapiés, con un sistema de bombeo de agua del mar que funciona con placas solares, apunta a ser una realidad esta misma temporada en Sant Tomàs.

El proyecto, activado tras el verano de 2022, tan solo está pendiente de «obtener el último informe del Consell», el cual esperan recibir a mediados de este mes de abril. «Las obras ya están adjudicadas y estimamos que estarán acabadas a principios de mayo como muy tarde», asegura la alcaldesa, Antònia Camps.

Estas instalaciones pioneras en la Isla tendrán un coste final de 88.000 euros, pese a que en un principio se había proyectado un presupuesto de 38.000. No obstante, la innovación y ahorro a largo plazo que se presume es tal que hasta el Ayuntamiento de Barcelona se interesó por él y contactó con el de Es Migjorn a principios de año.

Sant Lluís: lavapiés cerrados por la situación de prealerta por sequía

En el municipio lluïser no hay ninguna ducha instalada en sus playas. Tan solo cuenta con lavapiés en las de Binibèquer y Punta Prima, inhabilitados por el momento. Y es que estos están conectados a la red general de agua potable. «Estamos en situación de prealerta por sequía y, ajustándonos al Plan Hidrológico, está prohibido utilizar agua de consumo para duchas y lavapiés. Tan solo se podrían utilizar con agua salada», explica el regidor de Medio Ambiente y Urbanizaciones, Pedro Tudurí.

Ante esta situación, el Consistorio se ha planteado cambiar el sistema de agua potable por el de agua salada. Sin embargo, Tudurí ve «inviable» aplicar el cambio esta temporada. La realidad indica que habría que realizar «conducciones, canalizaciones y perforaciones» en unos lavapiés «muy antiguos». «El agua salada es muy agresiva y se necesitarían bombas especiales. No vale cualquier cosa», apunta el también primer teniente de alcalde.

Es Mercadal: sin lavapiés para ajustarse al Plan Hidrológico

Siguiendo la misma línea que Sant Lluís, Es Mercadal, municipio que no cuenta con duchas, informa de que actuará como el año pasado. Los lavapiés de Arenal d’en Castell, Platges de Fornells y Son Parc permanecerán clausurados para ajustarse a su Plan Hidrológico en la situación de prealerta por sequía.

Además, se da la particularidad que el de Son Parc no es de titularidad municipal, sino que pertenece a un aparthotel de la zona. Por otro lado, el alcalde, Joan Palliser, afirma que el Ayuntamiento está «estudiando» el proyecto del sistema de lavapiés con agua salada.

Ciutadella: horario reducido para los lavapiés y atentos a la evolución de la sequía

En la localidad de Ponent, las playas de Santandria, Sa Platja Gran, Cala Blanca, Cala en Bosch, Son Xoriguer y Sa Caleta contarán con servicio de lavapiés en horario reducido. En un principio, estarían disponibles de 10 a 18 horas «si no hubiese ninguna alerta», tal y como indica el concejal de Turismo y Medio Ambiente, Daniel Marqués.

Al igual que en los ayuntamientos de Sant Lluís, Alaior y Es Mercadal, Ciutadella también está estudiando incorporar el sistema de agua salada en los lavapiés de cara a las temporadas venideras. Por el momento, los lavapiés seguirán abiertos utilizando agua de la red, aunque su servicio estará en constante revisión. Lo cierto es que están considerados como «uno de los grandes recuperadores de arena».

Ferreries: duchas desactivadas, pero los lavapiés de agua potable abiertos

En la playa de Cala Galdana, las duchas quedan totalmente clausuradas, pero los lavapiés de agua potable se podrán usar sin ningún tipo de problema. Presumiblemente, lo hará sin restricciones horarias, como llegó a ocurrir en el verano de 2022 debido a la sequía.

Como novedad, el alcalde del municipio ferrerienc, Pedro Pons, ha anunciado que se instalarán «difusores de menor consumo» y «se acortará el tiempo» de emisión de agua de los lavapiés.