El Toro. Los participantes en la peregrinación, la mitad de ellos a pie y el resto en vehículos, posan en el recinto del santuario - J.M.

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Todos los grupos que conforman la comunidad de Santa María estaban ampliamente representados en la XVII edición de la Peregrinación parroquial al Santuario de la Virgen de Monte Toro, que se celebró el pasado domingo, día 10 de abril. La cifra de los participantes superó con creces los cuatrocientos. Matrimonios con sus hijos, jóvenes y adolescentes, integrantes de las diversas catequesis y personas mayores formaron un conjunto plural y festivo que celebró su fe, destacando su conciencia eclesial y la ruta de la vida abierta al misterio pascual de Jesucristo.

A las 3 de la madrugada salió del Pla de la Parròquia de Maó el grupo de 176 personas que hizo el recorrido a pie hasta la cima del monte por el camino de Kane, protegidos por la Guardia Civil y agentes de los tres municipios por donde discurre el camino.

A pie y en autobús
A las 7.30 de la mañana fueron concentrándose los diversos grupos: los que llegaban a pie, los que habían utilizado el servicio de los cuatro autobuses comunitarios y las familias que se habían servido de su propio vehículo. No pocas familias dejaron el coche en Es Mercadal y subieron y bajaron el monte caminando. A las 8 quedó totalmente abarrotada la iglesia de la patrona diocesana, llenando los peregrinos todos los rincones del templo. La Eucaristía dominical de cuaresma, presidida por el párroco, fue muy participada y marcadamente festiva y emotiva, con diversas intervenciones que destacaron el sentido de la renovación cuaresmal y la vida nueva que brota del misterio pascual de Jesucristo. Se hicieron patentes en la plegaria distintas realidades de muerte, de crisis, de desaliento, de injusticia, de corrupción, presentes en la vida familiar, social, eclesial, y se apostó por el mundo nuevo que es posible hacer realidad a impulsos de la fe.
Un desayuno comunitario de productos artesanos menorquines y primorosa elaboración a cargo de diversos grupos de voluntarios cerró el encuentro en un espléndido día primaveral.