Willi Castillo durante el juicio celebrado en Palma | Alejandro Sepulveda Soler

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La magistrada presidenta del tribunal del jurado de la Audiencia Provincial, Ana Maria Cameselle Montis, ha condenado a 15 años de cárcel a Willi Fernando Castillo Ibarguen, acusado por acabar a cuchilladas con la vida de un amigo, de 23 años, al sospechar que éste mantenía una relación sentimental con su mujer. Además, deberá indemnizar a los padres de la víctima con 60.000 euros y a su viuda con 15.000 euros.

Contra dicha sentencia cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de les Illes Balears.

El jurado declaró culpable al reo de un delito de asesinato con alevosía, si bien le reconocía la circunstancia atenuante de trastorno mental, que pudo afectar a su conciencia.

La sentencia, contra la que cabe recurso de apelación ante el Tribunal Superior de Justicia de Baleares (TSJIB), declara probado cómo el condenado, quien según la Fiscalía mantenía una relación "intensificada" durante los últimos meses con su amigo, aprovechó que el 16 de abril de 2013 se había desplazado con él hasta la casa de éste, en la localidad de Maó, para agarrarle del cuello de forma repentina e inesperada mientras le exhibía un cuchillo de podar de 16 centímetros.

Con el cuchillo llegó a agredirle en el ojo izquierdo, causándole cortes superficiales, logrando la víctima zafarse del agresor en el instante en que, por detrás, éste aprovechaba para clavarle una cuchillada en el cuello de tal modo que el arma acabó rompiéndose.

En ese momento el reo, quien se encuentra en prisión provisional por estos hechos, soltó al joven y acudió a la cocina para proveerse de un cuchillo de 31 centímetros de hoja, colocándose encima de su víctima, que yacía en el suelo, para asestarle varias cuchilladas en zonas vitales hasta provocarle la muerte.