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Veintiséis traficantes de heroína y cocaína que actuaban en Menorca van a ser juzgados esta mañana en la sección segunda de la Audiencia Provincial de Palma, acusados de delitos contra la salud pública, cometidos entre los meses de mayo de 2011 y diciembre de 2012. Se trata del macrojuicio más numeroso que se recuerda por presuntos delitos cometidos en la Isla a cargo de pequeños narcotraficantes.

Los narcos operaban mediante envíos de paquetes postales, aunque muchos de los detenidos lo fueron tras hallarse la droga introducida en su propio cuerpo, a su regreso a la Isla después de haberla adquirido en  la Península.

Los acusados, 19 hombres y siete mujeres, entre ellos al menos siete menorquines, se enfrentan a una pena conjunta de 146 años de prisión y a una multa de 343.610 euros.

El fiscal solicita para la mayoría de ellos, a cada uno de ellos, seis años de prisión y multas que oscilan entre los 3.000 y los 55.000 euros a partir de las cantidades de sustancias estupefacientes que les fueron halladas en el momento de las detenciones.

En junio de 2012 la Policía Nacional detuvo a 14 narcos, en la denominada «Operación Ombligo», que tenían puntos de venta en Maó, Sant Lluís y Alaior. Meses antes había desmantelado otro punto de venta, en la calle Sant Esteve de Maó, de otros dos narcos que también están acusados.

Además de los siete menorquines la Audiencia juzgará a  cuatro colombianos, un ecuatoriano, un dominicano y otros traficantes y distribuidores de Murcia, Cádiz, Barcelona, Madrid, Elda y Cuba.

El escrito de acusación del Ministerio Fiscal distribuye a los acusados en ocho grupos. Siete de ellos están relacionados por la gestión, venta y distribución de heroína, mientras que el último -grupo H- corresponde a cinco sudamericanos que traficaban con cocaína y fueron descubiertos mientras se llevaba a cabo la investigación de los otros siete. El último grupo no guarda relación con el resto.

El inicio del juicio está previsto para esta mañana a las 10 horas. Sin embargo, el escaso tiempo que han tenido los abogados de oficio mallorquines para preparar la defensa de sus clientes podría provocar su aplazamiento en el último momento.

El juicio debía celebrarse en Maó meses atrás, pero dado el elevado número de acusados y las escasas dimensiones de las salas del Penal de Maó, fue fijado en Palma. Los abogados de oficio menorquines renunciaron, pero la asignación e los mallorquines se ha hecho con mínimo tiempo para que puedan preparar las defensas.