Una máquina ha empezado este lunes los trabajos de retirada de los escombros del solar | Gemma Andreu

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Pasaban 5 minutos de las 11.30 horas cuando la máquina retroexcavadora de Triatges Menorca irrumpía en los restos del restaurante Es Pla, de Fornells. Lo hacía el operario con toda solemnidad, despacio, ante la atenta mirada de las autoridades presentes en el esperado inicio de las obras de retirada y demolición del que fuera emblemático espacio de la localidad costera, pasto de las llamas hace justo tres meses, en la madrugada del 2 de febrero. El frío reinante, el viento y el ruido de las máquinas convertían en más desapacible todavía la acción que iniciaba la desaparición definitiva del que fue uno de los espacios gastronómicos más célebres de la Isla durante medio siglo.

Los últimos vestigios de Es Pla, convertido en un amasijo de hierros, escombros y maderas calcinadas, darán paso a un espacio rodeado por vallas blancas de dos metros de alto, para preservar la seguridad de los transeúntes hasta que después de la temporada se proceda a darle el uso «que la gente de Fornells quiera después de abrir un proceso de diálogo y consenso con los vecinos», dijeron este lunes tanto el alcalde de Es Mercadal, Francesc Ametller, como el conseller de Territorio, Energía y Movilidad, Marc Pons.

No habrá prórroga a la concesión, aunque la actual propiedad la solicitara, ya que había manifestado su intención de levantar un nuevo restaurante con la mitad de capacidad del anterior. De hecho la concesión, que expira a final de 2017, se da por terminada y no contaría con ninguna prioridad si la solicitara de nuevo. El Govern aguarda la renuncia de la propiedad en los próximos días. El director general de Ports, Francesc Xavier Ramis, reveló que la deuda acumulada por la concesionaria asciende a 260.000 euros puesto que hace unos seis años que no ha cumplido con el canon de 43.357 euros anuales. La última renovación de la concesión a Juan Fernando Garriga fue en 2007.

«Si la gente de Fornells quiere que haya otro restaurante, se abrirá un concurso público y podrá concurrir quien quiera», explicó Marc Pons. El nuevo uso de este espacio del puerto de Fornells, sin embargo, estará incluido en la reordenación general, cumpliendo la demanda histórica del alcalde de Es Mercadal, quien recordó que «esta reclamación no es producto de este desgraciado siniestro», como también precisó el conseller, «sino que venimos reclamándola hace muchos años porque hace mucho tiempo que no se hace ninguna mejora aquí», dijo el alcalde.

El presupuesto para la retirada de los escombros y la demolición de las dependencias del restaurante que quedaron en pie asciende a 22.000 euros, que deberá abonar la aseguradora de la concesionaria.

La limpieza del solar de 660 metros cuadrados en una zona privilegiada de la bahía fornellera no podrá ser completa debido a los desniveles que presentará el piso una vez retirado todo el material acumulado. Es por eso que se rodeará con unos paneles metálicos de bajo impacto paisajístico unidos por palos galvanizados.