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Un joven de 24 años, nacido en Marruecos, fue condenado este martes a 31 días de trabajo solidario y cinco meses de multa a razón de dos euros diarios por haber coaccionado a su expareja, resistirse a la acción de los policías nacionales y agredir a dos de ellos en los graves hechos ocurridos el pasado 29 de julio frente a la Estación Marítima del puerto de Maó.

El acusado provocó un tumulto tras su detención en el que otros jóvenes rodearon a los agentes y trataron de agredirles para liberar al detenido que acusaba de racistas a los policías. El hombre, que fue juzgado ayer, deberá indemnizar a los dos agentes con 495 euros y abonar los desperfectos que ocasionó en el coche patrulla.

La expareja del acusado renunció a la responsabilidad civil que le correspondía por la rotura de la puerta de su casa que cometió el joven en la calle de L’Estrella. Fue ella quien avisó a la Policía tras ser amenazada por él. El joven huyó del lugar antes de que llegaran los agentes aunque posteriormente lograron localizarle en el puerto. El acusado no podrá comunicarse con su expareja ni acercarse a ella a menos de 100 metros durante nueve meses.

Tras el acuerdo entre el fiscal y los abogados de la acusación y la defensa, las condenas resultaron sensiblemente inferiores a las solicitadas en un principio por el jurisconsulto, que ascendían a dos años y diez meses de prisión, además de multas más elevadas.

Se tuvieron en cuenta los atenuantes de toxifrenia cuando el hombre cometió los tres delitos y la reparación parcial de daños.