El servicio de grúa acudió para prestar asistencia a los conductores, que no podía mover los coches | M.J.T.

TW
4

Dos vehículos que se hallaban aparcados en una zona de pinar en Cala Molí, municipio de Es Mercadal, aparecieron el pasado lunes por la tarde con las ruedas pinchadas, tal y como denunciaron este martes los propietarios de uno de ellos, habituales de la zona ya que desde hace años veranean en la Isla y son usuarios de los pantalanes de la cala.

Los hechos, que según una de las afectadas piensan denunciar ante la Guardia Civil de Es Mercadal así como en dependencias policiales de la Península, porque uno de los vehículos era de alquiler y conducido por turistas, ocurrieron entre las cuatro y las cinco de la tarde del lunes. Cuando regresaron de navegar y se dirigieron a los coches aparcados «sin ocupar ninguna zona de paso o el camino», puntualizan, se percataron de que los neumáticos estaban pinchados y totalmente deshinchados, presentando cortes que parecían realizados con una navaja. Uno de los vehículos presentaba tres ruedas dañadas y otro, dos, por lo que debieron recurrir a la asistencia de una grúa.

«Mientras esperábamos nos fijamos más en los alrededores y vimos que había cristales que parecían de lunas de vehículos rotas», explica María José, una de las propietarias. «Hace años que somos socios y utilizamos el pantalán, siempre dejamos el coche en la pineda y nunca antes había pasado nada», asegura.

Esta es una zona que se utiliza de manera habitual para aparcar coches; no es un parking pero tampoco existe ningún letrero de prohibición, afirma la mujer, que se muestra convencida de que «no se trata de una broma» aislada sino de un hecho «con toda la intención» que quieren dar a conocer para que no quede impune. De hecho no es el único ataque a coches estacionados en la zona que se produce este verano. «Este verano ya vimos en el mes de agosto un coche, que obstaculizaba la entrada de la zona de aparcamiento, con las dos ruedas delanteras pinchadas», añade la denunciante.

El presidente de la asociación de amarristas de Cala Molí, Josep Lluís Torres, conocía este incidente por los comentarios de vecinos y otros usuarios de los pantalanes, pero no tenía noticia este martes de los daños causados a otros vehículos. El suceso ocurrió en la calle de Sa Calma, próxima a la zona de pantalanes donde desembarcaron los dueños de los coches siniestrados.