Stephane Schmidt, a su salida del cuartel de Es Mercadal minutos después de su detención | Javier Coll

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Minutos después de las once y cuarto de la mañana de este jueves finalizaba la aventura del recluso fugado del Centro Penitenciario de Menorca, Stephane Jean Michel Schmidt, al que debía haber regresado el pasado día 6 tras disfrutar del segundo permiso que se le concedía desde que ingresara en la cárcel en mayo de 2017.

Atrás quedaban siete días de fuga en los que, según las primeras investigaciones, se movió principalmente por la costa de Sant Lluís donde se le relaciona con al menos cinco robos con fuerza, incluido el del coche con el que fue visto ayer por la mañana en Fornells. Uno de esos robos fue en un hotel y otros tres en casas de Punta Prima. En los últimos días se han denunciado robos, además, en un local de alquiler de bicicletas, también en Punta Prima, en un restaurante de Binissafúller, en una casa del Camí de S’Olivera, y en la finca de Son Bonaventura. La Guardia Civil ya ha recuperado alguno de los efectos sustraídos.

El ladrón de coches, condenado a dos años y medio de cárcel por robar seis vehículos, dos hurtos en restaurantes y un robo con intimidación en Talatí, entre abril y mayo del pasado año, fue detenido por una pareja de la Guardia Civil en la zona de los hortales de Ses Ramones, en Es Mercadal, un par de horas más tarde de que hubiese conseguido escapar de una patrulla de la Policía Local. Los agentes, advertidos por una vecina de Fornells que aseguró haberlo reconocido por una foto publicada en «Es Diari», se lo cruzaron cuando acudían a la población costera y el francés circulaba en dirección contraria en un coche negro, marca Saab. El exmilitar francés de 43 años escapó a toda velocidad por la Me-15, sobre las 9 de la mañana, acabó estrellando el coche robado contra un BMW estacionado en la calle Tramontana y huyó a pie hacia el monte tras pasar por el interior de un taller mecánico de las inmediaciones.

La propia Policía Local del municipio, a instancias de su reponsable Joan Llabrés, en operación conjunta con la Guardia Civil, se ubicó entonces en las entradas del pueblo para vigilar que no lo abandonara mientras el Instituto Armado organizaba un dispositivo con quince agentes comandados por el teniente jefe de la compañía, Fernando García Casais.

Los guardias formaron un cerco en zonas elevadas del perímetro del pueblo, seguros de que el recluso francés no podía haber salido del municipio. Esperaron a que este se moviera como así sucedió una hora y media más tarde, cuando un helicóptero de la Benemérita de la Comandancia de Palma ya volaba hacia Menorca para peinar la zona, aunque su intervención ya no sería necesaria. Los dos agentes le dieron el alto, Schmidt trató de huir pero fue alcanzado por los guardias que lo redujeron. De inmediato fue conducido al cuartel de la Guardia Civil de Es Mercadal, donde le leyeron sus derechos, y apenas un cuarto de hora más tarde, fue trasladado a los calabozos de la compañía en Maó.

Una vez completadas las primeras diligencias el preso fugado fue conducido directamente al Centro Penitenciario aunque en próximas fechas será citado a declarar ante el juez sobre el quebrantamiento de condena y los nuevos delitos de robo con fuerza de los que será acusado.