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El 4 de febrero fue una noticia de alcance que recorrió las cadenas nacionales de radio y televisión, así como los principales diarios de tirada nacional. Dos amantes residentes en Maó habían urdido un complot para asesinar al marido de ella con la contratación de un sicario para que lo ejecutara. Esa era la conclusión a la que llegaron los investigadores de la Policía Nacional tras un trabajo iniciado el mes de julio anterior a partir de una denuncia de la mujer por presunto acoso del que era su amante. Los tres, con una edad aproximada de 40 años, fueron detenidos el 30 de enero y quedaron en libertad con medidas cautelares tras declarar ante el juez.

La historia un tanto rocambolesca se fundamentaba en el registro de las conversaciones en los teléfonos móviles, donde hablaban de adquirir una pistola electroshock y de envenenar al marido antes de buscar los servicios de un sicario.

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El Juzgado de Instrucción número 2 de Maó vio los indicios de delito que sustentaron la acusación de conspiración o tentativa de asesinato a cargo de la pareja formada por una mujer brasileña, residente en Maó, y un hombre menorquín. Por este motivo dictó el auto de procesamiento y le dio trasladado a la Audiencia Provincial, competente en este tipo de procedimientos.

La sección segunda de la Audiencia, en auto dictado el 29 de octubre, ha resuelto archivar provisionalmente el caso al no haber hallado pruebas concluyentes, como hiciera el fiscal quien también había pedido el archivo del caso por los mismos motivos.