Los cuerpos esparcidos por el área natural han atraído a insectos y carroñeros.

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Unos excursionistas que realizaban una ruta por la costa norte de Menorca han encontrado una veintena de cabras muertas en el entorno de Mongofra. El hallazgo se produjo a finales de noviembre, pero, semanas después, advierte el grupo que ha dado el aviso, los cuerpos de los animales continúan al aire libre y en proceso de descomposición, atrayendo a insectos y carroñeros.

Los excursionistas realizaban la ruta entre Favàritx y Mongofra cuando se toparon, en ese mismo punto, con un montón de animales muertos en medio de la naturaleza. Contaron, al menos, unas veinte cabras. Todas ellas, indican, tienen un patrón común: presentan zonas aparentemente trasquiladas y orificios circulares que recuerdan a los causados por los impactos de bala.

Alertados por los balidos de una cría

En ese reguero de cuerpos sin vida, explican, escucharon balidos y hallaron a una cría de cabra que intentaba mamar del cuerpo sin vida de uno de los animales. Dadas las circunstancias y el estado en el que se encontraba el cabrito, los excursionistas decidieron rescatarlo y, según cuentan, está sano y salvo en un predio de Menorca.

Aseguran haber interpuesto una denuncia ante la Guardia Civil con la esperanza de que los Agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) abran una investigación que permita esclarecer estos hechos y retirar los restos, al considerar que son tanto un riesgo para la salud humana como para la flora y fauna que habita en el espacio natural. MENORCA • «Es Diari» ya se ha puesto en contacto con la Benemérita, a la espera de recibir más información.

Control de cabras en Balears

Las cabras son consideradas especies introducidas hace mucho tiempo en el entorno natural de Balears y, a diferencia de otros animales que ahora se contemplan como autóctonos, siguen siendo catalogadas como invasoras. Por ello, recuerdan en la página web del Servicio de Protección de Especies de la Conselleria de Medio Ambiente y Territorio del Govern, «son un serio peligro para nuestra fauna y flora autóctonas».

En este sentido, subrayan que «el control de las especies invasoras es muy importante para la protección de las especies y el entorno». Aclaran, además, que el control poblacional de cabras híbridas o asilvestradas es autorizable en cotos de caza menor o fincas rústicas, en las condiciones y modalidades que determina la administración.

Según la normativa, debe presentarse una solicitud para el control de la población de estos animales con arma de fuego o la captura en vivo para reducir los ejemplares y los daños en la vegetación forestal, cercados y cultivos. Una vez el Govern autoriza la demanda y se ejecuta, es un requisito imprescindible aportar el resumen de capturas efectuadas.

Además, el Govern, a través de los agentes de Medio Ambiente, puede llevar a cabo inspecciones con el fin de comprobar la efectividad de los descastes y detectar posibles irregularidades; algo que, en este caso, está a la espera de confirmación.

El apunte

La matanza de cabras en Balears, un caso complejo y muy polémico

La presencia de cabras en la naturaleza constituye un problema (por su supuesta incidencia en la flora y fauna endémica y protegida) para el que se propone la reducción de ejemplares mediante el denominado «control poblacional». Esta práctica ha generado mucha polémica, al considerar diversos animalistas y veterinarios que incumple el reglamento correspondiente al bienestar animal en el momento de la matanza. La última controversia fue en 2016, cuando el Govern ordenó exterminar, con disparos de arma de fuego, medio centenar de cabras domésticas que habitaban los riscos de es Vedrà, cuyos cadáveres quedaron allí abandonados.