Un rescatador sube al joven precintado al helicóptero. | Gonzalo Ferrera Caballero

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La operación de rescate del menor que el viernes por la tarde cayó al mar en la zona de Sa Caleta (Arenal d’en Castell) cuando hacía fotos del temporal ha vuelto a evidenciar la falta de medios por parte de los servicios de socorrismo. Según han confirmado testigos del suceso, el chaval, de 14 años, se pasó alrededor de una hora y media en el agua hasta que un helicóptero de Salvamento Marítimo desplazado desde Palma acudió al rescate. Lo más sorprendente del caso es que el Ayuntamiento de Es Mercadal ha confirmado que tiene una embarcación y dos motos acuáticas inutilizadas en un sótano.

Expertos en el sector del rescate marítimo explican a este diario que precisamente las motos de agua son el mejor medio de rescate para este tipo de casos. Los helicópteros están más bien reservados a rescates en alta mar o nocturnos. Los tiempos de respuesta hubieran sido muchísimo más cortos si se hubieran podido utilizar las motos acuáticas que están inactivas. El alcalde de Es Mercadal, Joan Palliser, lamentaba ayer «nos las encontramos así cuando llegamos» y asegura que desde que entraron al gobierno municipal el pasado mes de junio están tratando de reactivar estos medios de rescate.

El alcalde reconoció que «los socorristas no están bien equipados» y aseguró que están tratando de poner las embarcaciones a disposición lo más pronto posible, aunque las cosas en la administración «no son tan fáciles». Los vehículos llevan tiempo, hasta cinco años, inactivos y hay que poner en regla los seguros.

Imagen del helicóptero de Salvamento Marítimo que se tuvo que desplazar desde Palma para llevar a cabo el rescate.

Afortunadamente no ha habido que lamentar daños mayores, pero el relato de testigos de los hechos mueve a la reflexión. El primer aviso de lo sucedido lo recibieron en recepción de un establecimiento hotelero cercano. Eso fue a las 17.50 –el joven había caído al agua unos minutos antes– y el rescate no se produjo hasta las 19.20 horas. En el angustiante lapso tiempo transcurrido dio para varios intentos infructuosos de rescatar al chaval, empezando por el socorrista de la playa de Arenal d’en Castell, al que costó de localizar. Tuvieron que comunicarse con un restaurante cercano a la playa para que fuera a avisarle. Solamente equipado con una tabla, tuvo que dar marcha atrás y avisar con su propio móvil al ver que las olas no le permitían avanzar. Los socorristas no están conectados en Menorca al Cecopal, el centro de coordinación de emergencias.

También lo intentó el propietario de un llaüt y el socorrista de la piscina del hotel, que acudió a la zona y vio a la madre del niño decidida a saltar al mar. Finalmente, saltó al agua él para salvar al chico, ayudándole a alejarse de la zona de las rocas, a las que empujado por la corriente, chocaba una y otra vez. «No se me olvidará el ruido que hacían los golpes contra la roca», relataba ayer un testigo que se encontraba en lo alto del acantilado con el corazón en un puño.

Unos 35 minutos después de la caída a la zona habían acudido la Policía Local de Es Mercadal, técnicos del 061 y los Bomberos, que lograron sacar al socorrista del agua, mientras el menor se había alejado de las rocas y ya estaba en la zona más profunda en la que finalmente, una hora y media después de intensa lucha contra el oleaje, fue rescatado por el helicóptero.

Desde el Ayuntamiento de Es Mercadal explican que en reuniones mantenidas con la Dirección General de Emergencias se les ha hecho llegar «una lista larga de deficiencias» en el servicio de vigilancia de las playas, entre ellos, el hecho de que los llamados planes de salvamento de cada playa del municipio no hayan sido renovados.

El apunte

Alta hospitalaria para el socorrista y el niño tras herirse contra las rocas

Tanto el niño de 14 años que cayó al mar, como el socorrista que trató de salvarle fueron atendidos en el Hospital Mateu Orfila, desde donde informaron ayer que el socorrista, que ahora se encuentra de baja laboral, ya recibió el alta hospitalaria el mismo viernes por la noche. El menor pasó la noche en el hospital y recibió el alta en la mañana de ayer. Ambos sufrieron contusiones y cortes tras darse diversos golpes contra las rocas.