Para entrar en la joyería de la Costa de sa Plaça los ladrones rompieron el doble cristal.

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En las dos últimas semanas se han producido hasta seis robos con fuerza en establecimientos de Maó. Entraron a robar en el estanco de la calle Sant Manel, en la tienda de informática de Borja Moll, en los restaurantes de la calle Bonaire y de la plaza Bastió, en una pajarería en la calle Ciutadella, y en una joyería en la Costa de sa Plaça.

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La Policía Nacional considera que la sensación de inseguridad a la que se refieren los comerciantes por la oleada de robos de las últimas semanas no responde a la realidad. «Interesa que la gente se calme, que esté tranquila porque lo que ha pasado ha sido un hecho bastante puntual, no es frecuente que sucedan tantos robos seguidos en Maó», explica Benito Nogales, portavoz de la comisaría de Maó.
La respuesta que ha dado el cuerpo policial, en coordinación con la Policía Local «ha sido rápida y efectiva». Recuerda que al mismo hombre que detuvieron el jueves ya lo habían arrestado el viernes anterior por los dos primeros robos, y también a su pareja, aunque ambos quedaron en libertad en ese primer arresto tras declarar ante la jueza. En todo caso, Nogales recomienda a comerciantes y vecinos «que siempre tomen todas las medidas de precaución necesarias».

Quejas de los comerciantes

Por su parte, Vicente Cajuso, presidente de la Asociación de Comerciantes de Menorca, recuerda que se han quejado reiteradamente a las instituciones por la falta de iluminación «para mayor seguridad y dar más visibilidad a los escaparates». Lamenta «que haya carreteras, como la de Maó a Sant Lluís, bien iluminadas para nada, y en cambio las calles comerciales de Maó y otros pueblos estén casi a oscuras». Para Cajuso «sería necesario cambiar la ley, no puede ser que un multirreincidente quede libre cada vez que le detengan porque volverá a robar». Lo que ha sucedido estos días en Maó «puede haber sido puntual, pero si no se ponen remedios la ciudad será más insegura». María José Soriano, presidenta de Mô Comercial, revela que «nos preocupan mucho estos robos, no tanto por lo que se llevan sino por los destrozos que ocasionan». Cree Soriano que «muchas veces saben lo que pueden coger, porque si no supera el valor de 400 euros se considera hurto». Falta, opina, «mucha más iluminación y más vigilancia a pie y en coche», y subraya que «los ladrones van a los pequeños comercios y no a las franquicias que tienen más recursos para invertir en seguridad».