Este año se han puesto a la venta en toda la Isla 15.299 billetes de lotería. | Gemma Andreu

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Sin grandes colas, pero con un flujo de clientes continuo. En la librería Amanur de Ciutadella, donde el año pasado se vendió un quinto premio, el efecto llamada de la suerte se ha dejado notar. Son las diez de la mañana y Rosa Cano pide un décimo para el sorteo extraordinario de la Lotería de Navidad que se celebra el jueves. Cuando se lo entregan, bromea con el lotero: «Vaya número más feo». Pero la realidad es que no hay números bonitos ni feos, como en todos los juegos de azar se trata de una cuestión de probabilidades, y en el caso del Gordo las opciones son de una entre cien mil.

En total, Cano ha comprado dos décimos (40 euros), lo que ya es más de la media balear, con un gasto por habitante de 33,20 euros el año pasado. Curiosamente, el tercero más bajo de todo el país, solo por detrás de Ceuta (13.35) y Melilla (11,74), y lejos de los 55,24 euros de la media nacional. Sin embargo, las consultas hechas en algunas administraciones de la Isla apuntan, según varias fuentes, que la venta en 2016 «será ligeramente superior». Así lo interpreta Miquel Carreras, de la administración número 4 de Maó, quien también sabe del efecto positivo de vender un número agraciado, como ya le sucedió hace dos años con un cuarto premio. A su juicio, el hecho de que la temporada turística haya sido buena, también se ha dejado notar. Pero con los números en la mano, cabe destacar que tras haber despachado el año pasado 2,7 millones de euros, la consignación recibida por las seis administraciones de la Isla asciende este año a 3.045.860 euros.

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