Imagen promocional de Rostoll tomada en el patio de Cal Bisbe, en Ciutadella | Son Martorellet

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El próximo 12 de enero, el caballo de raza menorquina Rostoll, una de las joyas más preciadas de la ganadería de Son Martorellet, cumplirá 15 años de vida. De capa negra y 1,62 metros, sus propietarios lo describen en su ficha como un ejemplar alegre. Criado por Biel Febrer, en Sivineta, l'amo de Son Olivar, de Ciutadella, fue adquirido por la ganadería con base en Ferreries cuando contaba con tan solo seis meses. En estos establos comenzó una formación que, con el paso de los años, ha coronado al animal con un currículum impresionante. «Hay muchos caballos buenos en Menorca, pero sin duda Rostoll es uno de los más laureados», confiesa Enric Barber, uno de sus cuidadores.

Tras su debut en 2006 en el concurso morfológico de la Fira del Cavall, cuando se alzó con el primer premio en su categoría, ha recibido un buen número de premios y reconocimientos en ese certamen que cada primavera se celebra en Es Mercadal. Su punto álgido lo alcanzó en 2011 y 2012, cuando se proclamó, de forma consecutiva, Campeón de Raza. Tras su ausencia en las dos últimas citas, este fin de semana regresará al Recinte Firal para competir, pero en esta ocasión será para despedirse. «Este será su último año, independientemente del resultado que consiga», confiesa Barber, quien relata que, de alguna forma, se ha apostado por su presencia como homenaje a su criador, Sivineta, de cuyo fallecimiento se cumplen diez años en 2017.

Ya en 2011, el responsable de Son Martorellet, Manuel Sabin, definía a Rostoll como un animal que «aúna lo mejor de la raza, bello físicamente y con unos movimientos espectaculares». Por su parte, Barber añade con el paso del tiempo que el secreto de su éxito es que se trata de un animal «muy completo, lo que le ayuda siempre a subir mucho la nota en las diez partes en que se divide el concurso morfológico. Destacar una sola virtud es complicado», sentencia.

Se estima que la vida media de un caballo oscila entre los 25 y 30 años, por lo que desde Son Martorellet defienden que no es un animal viejo, aunque no está en la edad óptima para competir, que según los expertos se sitúa entre los 6 y 12 años. En su casa, donde tan bien le conocen, dicen de Rostoll que aúna carácter y estilo, además de una increíble belleza.