Un trío de recolectoras mostrando los primeros trofeos de una temporada que no acaba de arrancar todavía con fuerza.

Un trío de recolectoras mostrando los primeros trofeos de una temporada que no acaba de arrancar todavía con fuerza. | Redacción

Rubén P. Atienza11/11/18 19:43
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Dicen que los aficionados a recolectar cualquier tipo de seta se pasan gran parte del año mirando al cielo, pendientes de si el tiempo es propicio para la campaña de recogida, y el resto del tiempo con la vista puesta el suelo para encontrar entre la tierra ese preciado manjar.En Menorca ya han llegado a esa última fase con la mente puesta en hacerse con los primeros esclata-sangs de la temporada, aunque por el momento parece que la cosecha no está siendo gran cosa.

Sin embargo, los expertos coinciden en que en 2018 se han dado las condiciones suficientes para que sea una buena temporada. Así lo defiende Cristòfol Mascaró, quien explica que este año se juega a favor con el factor de que empezó a llover pronto después del verano y comenzaron ya a salir las primeras setas.

Aunque las predicciones se pueden torcer en cualquier momento. Porque si bien es verdad que hace falta que llueva, no es lo adecuado que lo haya hecho con la fuerza de las últimas semanas. Un tiempo en el que además ha hecho acto de presencia el viento, uno de los grandes enemigos de los esclata-sangs, ya que los reseca demasiado.

«Mientras se mantenga la humedad en el suelo y en el bosque y no llegue el frío, todo tendría que ir bien», vaticina Mascaró. Pendiente de ese tipo de detalles meteorológicos se encuentra también todo un experto en la recolección de las setas típicas de esta época del año, como es Pere Camps, quien desde hace unas semanas ya sale con su cesto de mimbre por las zonas boscosas de la Isla. «Parece que este año habrá setas, pero eso nunca se sabe con seguridad, siempre hace falta que el tiempo nos acompañe... Si hay sol, habrá esclata-sangs», dice.

En su caso ya ha podido llevarse unos cuantos a casa, unos seis kilos aproximadamente, aunque «con mucho trabajo, cuesta» reconoce Camps, quien avanza que por lo que ha visto por el momento parece haber más abundancia por la zona de Ciutadella que en otras zonas de la Isla.