Los responsables de los diseños del carnaval temático, Pepe Mascaró y Silvia Vivó, dando los últimos retoques a una de las figuras que la próxima semana decorará algún rincón de la ciudad | Gemma Andreu

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Ciutadella plantó en 2016 la semilla del carnaval temático con su apuesta por el Lejano Oeste, para después viajar a la época talayótica y el año pasado sumergirse en el mar. Un formato consolidado que goza del favor del público, que podrá comprobar cómo en breve la ciudad comienza a ser envuelta por el espíritu olímpico.

El deporte será el principal protagonistas de una fiesta carnavalesca por decisión del Ayuntamiento, que un año más se decantado por la opción de aprovechar la fiesta para educar en valores. Se trata de un modelo que ha crecido con el tiempo gracias a la colaboración desde hace unos años del Consell insular y que ahora también cuenta con el apoyo del Govern balear.

Una decoración en la que vienen trabajando desde el mes de noviembre dos de las personas responsables del Centre Municipal d’Art, Silvia Vivó y Pepe Mascaró, autores de los diseños de todos los años anteriores y quienes han encontrado en la temática olímpica todo un reto.

Los artistas han vuelto a tirar del material reciclado para dar vida a unas figuras de gran plasticidad con las que representarán hasta 21 disciplinas deportivas diferentes.

El Eco Parc es su primer fuente de suministro para los trabajos que están desarrollando en el taller que han instalado temporalmente en la Sala Multifuncional. Allí dan forma a unas estilizadas figuras de deportistas, con esqueletos de hierro y forrados de plástico. Diseños para los que, tal y como explica Mascaró, se han inspirado en los trabajos del escultor suizo Alberto Giacometti.

Los dos creadores se encuentran dando los últimos retoques a unos trabajos que el próximo lunes comenzarán a instalarse en diferentes puntos de la ciudad, con el eje central entre Ses Palmeres y Es Born como principal escenario. Sin embargo, la propuesta de este año se saldrá de esos límites, hasta la Rotonda des Cavall, monumento que dará la bienvenida al pueblo con una bandera olímpica y simulando un salto de hípica.

La Placeta des Be volverá un año más a coger la pieza de mayores dimensiones, con un atleta gigante y un pebetero aprovechando la columna. Todo muy deportivo, pero como en casi todas las piezas, con un «toque de humor», explica Mascaró, quien sostiene que no hay que olvidarse de la esencia de la fiesta de carnaval.

Así, el centro de la ciudad se convertirá en una caja de sorpresas deportivas, con windsurfistas tomando Ses Palmeres o nadadores que aprovechan la fuente de Artrutx para sus saltos de trampolín. No faltarán tampoco este año los puntos de photocall con divertidos diseños para que los participantes puedan llevarse a casa un recuerdo del carnaval más olímpico.