Tras muchos años mostrando su trabajo en la sala La Caixa en el Carrer Nou, los pesebristas estrenaron ayer nueva ubicación, la Sala de Audiencias del Claustre de Maó, que se podrá visitar hasta el 5 de enero. | Josep Bagur

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La tradición, que va camino de cumplir en 2021 el medio siglo, continúa. Aunque en un año tan extraño como el actual, la XLIX Exposició de Diorames de Nadal estuvo a punto de no celebrarse. Y no por culpa de la pandemia, sino porque el pasado octubre, cuando los organizadores, el Grup de Pessebristes de Maó, contactó con La Caixa para organizar la muestra en la sala donde venían haciéndolo desde 1982, descubrieron que esta había sido vendida. «Nos quedamos desamparados», reconoce Francesc Farrés, presidente de los pesebristas, un grupo que venía trabajando en sus diseño desde principios del mes de septiembre.

La inesperada situación obligó a la entidad a buscar una solución con urgencia. Lo primero que hicieron fue llamar a la puerta del Ayuntamiento, que les brindó un nuevo espacio, la Sala de Audiencias del Claustre del Carme, donde ayer se inauguró una muestra cuyos dioramas están ambientados esta Navidad en los llocs menorquines. Quince inspirados en construcciones reales y otros dos inventados, con todos los municipios representados en la muestra. Por si acaso, los pesebristas ya habían puesto en marcha otro plan B, el de utilizar los escaparates de comercios asociados a Mô Comercial para instalar varios dioramas rescatados de su colección, algunos con tanta solera como el de la ermita de Gràcia, una maqueta con 34 años de antigüedad. Con el trabajo previo hecho, tras encontrar acomodo en Es Claustre, los pesebristas quisieron seguir adelante con ese proyecto que incluye otros seis dioramas. «El reto en este caso ha sido el trabajo para poder acomodarlos en los escaparates», resume Farrés.

Y hablando de retos, han tenido que lidiar con otro: el tiempo. Acostumbrados durante décadas a un calendario que se ajustaba a sus necesidades en el local del Carrer Nou, este año han tenido que ir contrarreloj para tener todo a punto el pasado domingo, a disposición de que la brigada municipal pudiera proceder al traslado. «Este año hemos tenido que cambiar el chip», reconoce Farrés.

Los interesados en disfrutar de un evento con tanta tradición navideña en la Isla como este podrán hacerlo hasta el 5 de enero. De lunes a viernes, de 10 a 13 horas y de 18 a 21 horas. Los sábados solo en horario de mañana y los días 24 y 25 de diciembre y el 1 de enero no abrirán sus puertas. Este año, por la excepcionalidad de la situación sanitaria, no se realizarán visitas escolares.