Como los mayores no pueden ir a desayunar, el desayuno fue a sus domicilios | Col.legi La Salle Alaior

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Algunos esperaban ansiosos a que llamaran a su puerta ataviados con su mejor vestido o traje. Otros tenían la mesa preparada, con el mejor mantel y taza. Todo ello para que el desayuno que iban a saborear fuera diferente y especial. Y todos expresaron emoción al ver como se mantenía la llama del homenaje a la vejez a pesar de la crisis sanitaria.

La comisión organizadora del Homenatge a la Vellesa del Colegio La Salle de Alaior buscó la manera para que el 25 aniversario de esta efeméride pudiera celebrarse con la misma ilusión y empeño que en los 24 años anteriores. Por eso, decidió que si los homenajeados no podían reunirse para compartir manteles, los manteles se trasladarían a su casa.

Un ejército de ayudantes repartió durante la mañana del sábado en torno a 400 desayunos a los mayores de Alaior con 80 o más años. Fue la manera de rendirles un año más un homenaje por ser portadores de experiencia. Es una muestra de estima y respeto hacia los mayores del pueblo.

Y el rostro de satisfacción que expresaban al abrir la puerta de casa fue la mejor recompensa tras el esfuerzo realizado por la comisión organizadora.

Este homenaje se celebra cada dos años en el polideportivo del centro educativo. Este ha sido un homenaje a domicilio.

El alcalde José Luis Benejam y la concejala de Servicios Sociales Maria Antònia Pons han apoyado la iniciativa con una visita mientras se preparaban las cestas.

La portavoz Isabel Garriga elaboró cerca de 90 litros de chocolate con la friolera de algo más de 22 kilos de cacao, que se repartieron con unos termos grabados para la ocasión y una coca bamba. Seguro que ese desayuno supo a gloria.