Un año más, la sesión extraordinaria se celebró en el patio de Can Saura por las obras del Ayuntamiento | Gemma Andreu

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Cien años después de la muerte del maestro Joan Benejam i Vives, su pensamiento pedagógico y su huella continúan siendo vigentes. Esa es la principal tesis defendida por Isabel Vilafranca Manguán, doctora en pedagogía encargada de impartir este sábado la conferencia del Nou de Juliol en Ciutadella. Lo hizo en el marco de una lección titulada «Joan Benejam, un mestre a l’avantguarda pedagògica», que puso en valor la figura de alguien que se merece «un lugar destacado en la    historia del pensamiento pedagógico contemporáneo, tanto en el ámbito nacional como en el internacional».

El homenaje celebrado en Can Saura se suma a todos los que se están realizando este año con motivo del centenario de su muerte. Efeméride que coincide con el 50 aniversario del fallecimiento de otra pedagoga menorquina «de referencia», Margarida Camps, que junto a    Benejam ha sido para la conferenciante también una «guía intelectual».

Vilafranca defendió «la inestimable aportación» de Benejam a través de una conferencia que giró en torno a los que considera    cinco principios educativos de su pensamiento y «que le sitúan en la vanguardia». Estos son la educación popular, la enseñanza activa, la importancia del teatro en su propuesta educativa, la escuela como preparación para la vida y el espíritu regeneracionista.

Y es que el maestro de Ciutadella, recordó, era un hombre que creía profundamente en la educación de las clases populares, especialmente los colectivos más vulnerables. Para él la enseñanza activa tenía como base que la educación girase siempre en torno al alumno y    defendió las excursiones instructivas que «permitían salir de la escuela y aprender, del medio, del entorno». Algo fundamental para «un firme defensor» del teatro como un instrumento educativo y didáctico, explica la conferenciante.

Joana Gomila y Susana Mora, en la ofrenda floral. Foto Gemma Andreu

Benejam fue un maestro de carácter regeneracionista, recuerda, que en plena decadencia cultural y educativa tras la pérdida de las colonias españolas en 1898 escribió la que considera su obra más importante: «Alegría de la Escuela», que «todavía puede ser un referente pedagógico innovador».

En el tramo final de su intervención, leyó la carta que Albert Camus escribió a su maestro de infancia, el señor Germain, tras ganar el premio Nobel, para darle las gracias. Vilafranca quiso que el homenaje rendido ayer en Ciutadella pase a la historia como otro gesto de agradecimiento a «quien fue un maestro ejemplar, dedicado en cuerpo y alma a la educación y a su tierra. Un maestro con todas las mayúsculas posibles».

Joana Gomila: «Benejam  fue un maestro avanzado a su tiempo»

La alcaldesa de Ciutadella, Joana Gomila, fue la encargada de abrir y cerrar la sesión extraordinaria que cada 9 de julio conmemora el ataque turco a la ciudad. Sobre Benejam, dijo que «fue un maestro avanzado a su tiempo que, crítico con la enseñanza tradicional, aspiró a desarrollar el uso de la razón como herramienta de transformación social». Añadió que como ciudad educadora que es, Ciutadella tiene el reto de que la educación «trascienda los muros de la escuela».

Como es tradición, en la fase inicial del acto se procedió a la lectura del «Acta de Constantinoble», honor que este año recayó en la también profesora y escritora Maite Salord. Durante el acto procedió a la entrega de los premios  de los concursos de imagen y poesía de las fiestas de Sant Joan, que este año han sido para Maria Corretja Genestar y Judit Gorrias Pons, respectivamente.