La atracción de la noche fue el espectacular dragón Terlaku, de doce metros de longitud | Gemma Andreu

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Arte, en vivo y en directo y de diferentes disciplinas. Ese es el gran secreto de las Vespres d’Art a Baixamar, una iniciativa que a la vista de los buenos resultados cosechados el pasado verano ha sido recuperada por el Ayuntamiento de Maó. Los organizadores han programado tres sesiones para este estío, la primera de las cuales tuvo lugar en la tarde noche de este sábado. El programa eligió como escenario para el arranque de esta nueva edición la zona del Moll de Ponent.

Ese entorno se convirtió entre las 19.30 y las 23.30 horas en todo un escaparate artístico para los visitantes. A ese espacio, uno de los centros turísticos más animados de la ciudad, se le sumó ayer el aliciente de poder comprobar de primera mano cómo se desarrolla un proceso creativo. Así, los paseantes disfrutaron en primera línea del trabajo de un buen número de artistas locales o residentes en la Isla.

Pero la propuesta de los Vespres d’Art a baixamar va más allá de la contemplación a través de los ojos. La música también juega un papel importante dentro de esta nueva propuesta de ocio cultural impulsada desde el Consistorio, además de otro tipo de actividades complementarias destinadas a hacer un paseo a pie de puerto de una magnífica experiencia estival.

En ese marco, una de las propuestas más llamativas fue, en torno a las nueve de la noche, un pasacalles que contó con la participación de una gigantesca figura de dragón articulado, de aproximadamente unos doce metros de longitud, «Terlaku, el drac talaiòtic». Un espectacular montaje que sin duda alguna se convirtió en una de las atracciones más exitosas de la primera jornada.

Las cuatro horas de arte al borde del mar sirvieron para estrenar una actividad que todavía tiene pendientes dos citas este verano. Las siguientes tendrán lugar el 18 de agosto y la temporada llegará a su fin el 1 de septiembre.

Desde el área de Dinamización Económica, que se encarga de la puesta en marcha de esta actividad, no solo están contentos con la respuesta conseguida por parte del público, sino también con la implicación de los artistas locales para poder dar vida al proyecto. Añaden que se trata de una iniciativa que más allá de lo artístico y como oferta de entretenimiento, es una buena herramienta para animar la actividad comercial en una zona de gran atractivo en la ciudad.