Homenaje sorpresa tras 40 años como maestra | Colegio Sant Josep

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Ir todas las mañanas desde octubre de 1982 a dar clases a las niñas y niños del colegio Sant Josep de Maó ha sido la rutina y la satisfacción de Montse Farrés Díaz-Meco, que estos días se levanta aún como en una nube de emoción tras el homenaje recibido por su jubilación. La celebración sorpresa del miércoles en el patio del colegio se inició al cruzar Montse la puerta de la calle del centro concertado y recorrer todo el pasillo acompañada por  afectuosos aplausos del personal docente, las hermanas del colegio, el alumnado y madres y padres de alumnos. Después de más de 40 años como docente de la escuela, más los años como alumna, todo fue muy emocionante, especialmente para Montse, quien expresa su alegría y emoción a flor de piel además de un profundo agradecimiento a las hermanas de la Compañía de las Hijas de la Caridad de Sant Vicente de Paúl, a sus compañeros y a toda la comunidad educativa. Desde la dirección del colegio reconocen a Montse Farrés como un referente profesional y también personal para las generaciones de maestros que han trabajado en Sant Josep y agradecen toda su dedicación.

Enseñar con el corazón

Como educadora cristiana, Farrés dice que hay que enseñar y educar también con sentimientos y cita «la enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza sino de corazón a corazón», del profesor y pastor presbítero Howard Hendricks. En la despedida a la maestra,  el mismo día de su jubilación, y con participación de todo el alumnado de Educación Infantil, Primaria y Secundaria del colegio hubieron palabras, gestos, música, flores, aplausos y hasta «Un velero llamado Libertad» de Perales.