La exposición recorre los 83 años de historia de la marca de helados | Gemma Andreu

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El patrimonio documental que atesora La Menorquina es tan interesante que «creímos que estábamos de alguna manera obligados a compartirlo», asegura su CEO, Iván Leal. De esa reflexión comenzó a tomar forma la exposición que esta semana se ha inaugurado en el Museu de Menorca y que lleva por título «Plaer a La Menorquina des de 1940». Un recorrido gráfico, década a década, por los 83 años de historia de la firma y su vínculo con la Isla hasta convertirse en un fabricante de helados de referencia en España.

Una empresa en fase de crecimiento que precisamente ratificó su buen momento con el anuncio de que había superado      los 100 millones de euros en ventas durante los últimos doce meses. Todo un récord en la nueva etapa del veterano negocio, ya que es la primera vez que se consigue desde 2012.

A través de fotografías, carteles antiguos, diferentes elementos visuales y alguna que otra anécdota, la muestra recorre la evolución de La Menorquina y sus productos hasta la actualidad. Entre los pequeños tesoros que durante los dos próximos meses se custodiarán en la primera planta del Museu (la visita es gratuita), figuran elementos tan significativos como el boleto de lotería premiado que permitió la construcción de una fábrica o la explicación de cómo nació el famoso 57, todo un símbolo de la tradición menorquina. Para completar la visita, se exhibe un carrito de helados histórico, que se encuentra habitualmente en la delegación de Alaior, con el que los visitantes pueden convertirse en vendedores de principios del siglo XX.

Un momento del acto de inauguración, en el Museu de Menorca.

Un refrescante viaje en el tiempo que conduce hasta la época actual, en la que la marca continúa por «la senda de la innovación que la caracteriza», apunta Leal. En realidad, asegura, estamos ante una exposición que es «un homenaje a la marca Menorca».Un montaje que toma como punto de partida 1940, cuando un joven Fernando Sintes, conocido como «El Mestre», desde un pequeño obrador, se atrevió a crear los primeros helados artesanales cuando ese producto era todavía un gran desconocido en el país.

La exposición se inauguró el    miércoles en una velada en la que el estreno fue doble, ya que se abrió al público una nueva zona del Museu, denominada Espai 0, que a partir de ahora, explica la directora del mismo, Carolina Desel, estará destinado a exhibiciones que «complementen las muestras temporales o permanentes». Una sección abierta    a temáticas singulares, pero también a la presentación de nuevas adquisiciones o a tejer colaboraciones con entidades externas. La que se ha fraguado con La Menorquina comenzó a tomar forma precisamente durante la preparación de la que actualmente es su muestra temporal, «El gust de Menorca», centrada en la historia de la gastronomía de la Isla.