La finca consta de seis habitaciones dobles con baño, entre otras estancias. | Vestige Collection

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Pocos meses después de vender el grupo Quirón a la multinacional alemana Fresenius por 5.760 millones de euros, el empresario de la sanidad privada Víctor Madera destinó parte de su riqueza a comprar y rehabilitar edificios señoriales para devolverles el brillo de antaño y darles una segunda oportunidad. Especialmente fijó su mirada en Menorca, donde desde el año 2017 se ha embarcado en un intenso proyecto de adquisición de propiedades —la mayoría de ellas fincas rústicas— con el objetivo de convertirlas en establecimientos turísticos destinados a un público de alto poder adquisitivo.

La primera y más grande de las fincas que a lo largo de estos años ha adquirido Víctor Madera en la Isla es la de Santa Anna, ubicada en la zona sur de Ciutadella y considerada la más emblemática de Menorca. Situada en una extensión de 244 hectáreas, la mayor superficie adquirida por Madera en el campo menorquín, se encuentra en un terreno rústico con altos niveles de protección y con acceso a la playa más popular de la Isla: Macarella. Sobre ese mismo terreno se alzan diversas construcciones que suman 600 metros cuadrados.

Entre esas edificaciones destacan una casa rural y sus dependencias, que se han sometido a un meticuloso proceso de restauración en el que, según consta en la página web de la cadena que ha lanzado Víctor Madera, Vestige Collection, se han respetado al máximo los métodos y materiales de construcción tradicionales: los muros de piedra seca y marés local, así como cales naturales aplicadas por expertos artesanos, siendo lo más respetuosos posibles con la estructura original del edificio.

La restauración contemplaba la conservación de los muros de piedra seca y marés local. | Vestige Collection
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Con este proceso, la finca de Santa Anna se ha convertido en un verdadero lugar de ensueño, elegante y moderno donde alojarse. De hecho, tramitada inicialmente en el año 2018 como un pequeño agroturismo de seis habitaciones, la finca finalmente se alquilará de forma íntegra y exclusiva a un mismo cliente. Además de las seis amplias habitaciones dobles con baño, consta de zonas comunes que incluyen cocina, sala de televisión, biblioteca, comedor, salón y gimnasio. En el exterior, cuenta con una amplia zona que alberga una cocina, un comedor, barra para tomarse un aperitivo y un chill out. En la página web de la cadena se anuncia desde hace varios meses su próxima apertura, aunque por el momento sigue sin concretarse una fecha.

Vista aérea de la finca antes de someterse a la restauración de los edificios originales. | Vestige Collection

Estreno con Son Vell

Hasta ahora, Vestige Collection se ha estrenado en Menorca este mismo verano con la apertura, a mediados de junio, de Son Vell, una casa palacio original del siglo XVIII ubicada en el término municipal de Ciutadella que adquirió Víctor Madera en 2020 para convertirla en un exclusivo complejo agroturístico que ofrece, actualmente, 34 habitaciones y suites de lujo. Pese a su reciente apertura, el establecimiento ya ha capturado la atención de medios a nivel nacional e internacional y ha sido seleccionado por la prestigiosa revista británica «Tatler» como uno de los 101 mejores hoteles del mundo.

Además de Santa Anna y Son Vell, Víctor Madera tiene en Menorca otras tantas propiedades. Concretamente, las fincas de Torre del Ram y Son Vivó, en Ciutadella; las de Son Ermità, Binidelfà y Tirant Vell, en Ferreries; y la de Son Rubí, en Es Mercadal. También posee el 41 por ciento de la casa señorial de Can Squella, en Ciutadella; y la Illa d’en Colom, el islote protegido situado enfrente de la costa de Es Grau que adquirió en 2018 tras una inversión de 3,2 millones de euros.