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La plaza del Carmen de Mahón es un lugar que frecuento casi a diario, para ir de compras o tomar café en el mercado de Sa Plaça o para visitar a mi amigo Xisco en su centenaria tienda fotográfica. Me golpea el recuerdo sentimental ya que, en el mes de septiembre del año 1971, juntamente con la que hoy es mi esposa, frecuentamos la Iglesia del Carmen para los preparativos y ceremonia de nuestra boda.

Un día del mes de julio del presente año coincidí con Pedro Pons y en la conversación salió a relucir, palabra adecuada para lo que quiero reivindicar, la Iglesia del Carmen. Se trata de una persona muy documentada y estudiosa de esta iglesia y tuvo la amabilidad de regalarme el libro escrito por él, «Iglesia y Convento del Carmen de Mahón».

La presentación del citado libro – editado en 2004 - fue a cargo del Pbro. Guillermo Pons, y he escogido varios párrafos suyos: «Ha resultado muy provechosa la labor de investigación emprendida por Pedro Pons Camps, con el fin de escrutar y dar a conocer la fecunda historia del convento y de la parroquia de Ntra. Sra. del Carmen, de la ciudad de Mahón, instituciones muy ligadas a la vida religiosa y social de Menorca», sigue: «También junto al seguro y muy bien valorado puerto de Mahón, lugar de refugio y amparo para muchos navegantes, hacia 1684 los carmelitas instalaron un Hospicio, con una capilla que muy pronto se convirtió en un venerado santuario dedicado a Ntra. Sra. del Carmen», y termina: «Acerca del desarrollo de la parroquia del Carmen, con sus cofradías, asociaciones y movimientos cristianos nos ofrece Pedro Pons Camps interesantes testimonios y vivencias personales. El conjunto de su labor histórica y divulgativa merece un agradecido reconocimiento». Después de haberlo leído, estoy totalmente de acuerdo con el padre Guillermo.

Entiendo que en los tiempos que corren, es muy complicado dedicar fondos monetarios, o sea, billetaje en euros, para mantener en perfecto estado cualquier fachada de edificios de nuestros pueblos. Nuestra ciudad está llena de ejemplos de nula conservación de fachadas, en el casco histórico, resto de calles, puerto, etc.; si tuviera que publicar el MENORCA l «Es Diari», todas las imágenes fotográficas de este tipo de inmuebles, necesitaríamos una edición especial.

Cuando los edificios son de propiedad privada, cada uno con sus bienes hace lo que le viene en gana, bien por necesidad o por costumbre, como pueden ser la mayoría de pueblos mallorquines, que no encalan las fachadas, pero a pesar de todo las mantienen cuidadas.

Siempre hay casos muy excepcionales, que necesitan una acción excepcional, me refiero a la iglesia del Carmen de Mahón. Su fachada necesita imperiosamente una reforma integral para mejora estética y de seguridad.

A la iglesia del Carmen no se le puede aplicar el refrán popular, que dice: la cara es el espejo del alma, ya que la cara, es decir la fachada, no es el espejo de las almas que habitan en su interior, pero pienso que además de cuidar de las almas, acción prioritaria sin duda alguna, también se tendría que cuidar la fachada.

Después de la reciente donación e instalación de ocho nuevas campanas, en la iglesia de Santa María; la iluminación de la iglesia de San Francisco, a cargo de la fundación Endesa; la reforma de la torre de la Isla del Rey, con aportación dineraria importante de la Fundación Maphre; apreciado lector, estoy convencido que opinas como yo, que la enferma fachada necesita una importante transfusión de euros para su curación, bien sean de particulares o de fundaciones. Actos privados como los mencionados anteriormente son los que necesita este edificio monumental para relucir y que la cara sea de verdad el espejo del alma.