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Muy al comienzo de nuestras actividades en 2006 visitó la Isla del Rey, don Juan Ignacio Balada hijo de la primera farmacéutica diplomada en Menorca, doña Catalina Llabrés Piris, el conocía que recomponíamos la Farmacia de aquel viejo Hospital de 1711 cerrado en 1964, con el esfuerzo de don Juan Antonio Seguí y de su sobrina Maria Gràcia Seguí, ambos farmacéuticos.

Varias visitas a su domicilio y a la conocida Farmacia Llabrés, de Ciutadella, cerrada desde hacía años, se plasmaron en un documento firmado en 2007 por el que cedía diverso material y mobiliario residual de la misma. Para nuestros farmacéuticos era importante la Orla de su madre. Añadimos una estantería que formaba parte del cuerpo de rebotica, una de las dos registradoras que quedaban y una báscula. Todo se ha custodiado religiosamente en la Farmacia de la Isla del Rey.

En aquel momento no intuíamos la recuperación de la Farmacia Llabrés llevada a cabo por la Fundación Hesperia, recuperación que nos alegra enormemente.

Tanto en reuniones con el Colegio de Farmacéuticos, en la sede del propio Consell Insular de Menorca con representantes de la "Fundació per a persones amb discapacitat de Menorca", han posibilitado que el material regrese a su lugar de origen intercambiando algunas piezas y reproduciendo la Orla que quedará expuesta en las dos farmacias, como homenaje a aquella mujer avanzada. La colaboración y la buena fe han presidido estos intercambios que se realizaron con el apoyo en el transporte del voluntario de la Isla del Rey, Llorenç Catchot de "Comercial Catchot", el pasado jueves 9 de Noviembre.

Menorca ganará con otra farmacia histórica abierta al público.

Pero nos queda hacer un último llamamiento a la buena fe de la ciudadanía: cuando entramos por primera vez en la farmacia de Ses Voltes, el panorama era desolador. Aparte bolsas de basura tuvimos que ir a comprar un spray para liquidar las pulgas que nos asaltaban, entremezcladas con excrementos de palomas. Y no quedaba un solo bote, morteros y otros utensilios, de los que habitualmente decoran las farmacias. Repetimos: ninguno. Estos botes, morteros y utensilios están repartidos en casas de Ciutadella; quizás alguno en tiendas de anticuarios. Ha llegado el buen momento en que todo vuelva a su emplazamiento original. La Fundación Hospital de la Isla del Rey lo ha hecho. Es cuestión solo de continuar devoluciones. Toda Menorca gana, recuperando otro bien cultural que es de todos. En consecuencia, todos debemos contribuir.

Fundación Hospital de la Isla del Rey