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(Artículo publicado en el Diario Menorca con fecha 26/10/2019)

Este pasado domingo, por la mañana, en el Parque Rochina podíamos ver unas patéticas imágenes provocadas a consecuencia del botellón del fin de semana, acciones posiblemente de jóvenes mal educados y gamberros...no digo todos ¿pero?. Esta zona ajardinada está ubicada en la cuesta de la Pescadería, de Mahón, siendo el principal enlace puerto-ciudad.

Los bancos ubicados en dicho

parque, están a media subida para que la gente pueda sentarse a

descansar o relajarse, a según a que edad la cuesta es jodida de

coj… Uno de los bancos destrozado, gracias a algún energúmeno ,

que con la influencia del alcohol, quería emular «El siete

machos» de Mario Moreno "Cantinflas", vamos a ver, lo de

romper los bancos no tiene ninguna gracia, gamberro, que los de Dalt

la Sala los compran con los impuestos que pagamos todos los mortales,

en los que están incluidos tus progenitores, con tu acción no

provocas ninguna risa ni carcajada, cosa que si conseguía el

Cantinflas.

Teniendo en cuenta que el

resto de los bancos también están para que los cambien, podridos ,

falta alguna lámina, oxidados, recomendaría que los instalen de

piedra o de un material muy resistible, contra el clima y los actos

vandálicos.

Me

acordaba de un comentario que me hizo una ex alcaldesa de Mô,

estaba indignada ya que cuando se consolidó el acantilado de esta

cuesta, se construyó un pequeño mirador, que se protegió con una

verja metálica, evitando que la gente saltara debajo del

penya segat...Los

del botellón, se han encargado que convertir esta zona no accesible

en unbasurero,

con todo tipo de botellas de plástico y vidrio vacías, latas de

cerveza, bricks, restos de comida, bandejas de porexpan,

etcétera...El agravante es que los encargados de la limpieza

municipal, no pueden acceder al estercolero para retirar toda esta

porquería.

Con el parque Rochina, los

fines de semana es necesario una acción contundente de vigilancia

por parte de la policía municipal y en el caso de no tener problemas

legales, instalar cámaras de seguridad...Seguro que se habrían

acabado estos actos vandálicos.

Cambio de tercio, un

restaurador de la plaza de Constitución, me había comentado que era

necesario que se volvieran a instalar los bancos públicos, en la

acera de la Iglesia de Santa María, ya que algún ciudadano se

sentaba en su terraza sin consumir...Felicitaciones a la autoridad de

Dalt la Sala, por la rapidez en reponerlos hace unos días…

Por cierto, los bancos

públicos desaparecidos de la Plaza Bastión, siguen sin aparecer, de

cinco quedan dos...¿Quién ordenó su retirada?

En

la calle de Ses Moreres, los bancos públicos que hay instalados en

las dos aceras, curiosamente los que están de cara a la calzada,

suelen estar ocupados por gente mayor, cuyos comentarios comparto, es

mas entretenido ver el trasiego de gente caminando por la calzada,

primero que no hay circulación de vehículos, excepto patinetes y

bicicletas, y segundo que el pavimento en más seguro, que las

piedras de las aceras...Los que están cara a la pared, o sea, de los

números impares, no los utilizan, por ser más aburrido y recuerdan

cuando es

mestre d´escola,

te castigaba de cara a la pared...Eran otros tiempos.

Apreciado

lector, te preguntarás lo del camposanto, te cuento... Cuando voy a

caminar por es

Camí de Trepucó,

me apetece entrar en el cementerio municipal...El miércoles pasado

por la tarde, cuando me disponía visitar

es ninxo

familiar, oigo una voz que dice:

vatuadell cent llamps,

era es foser,

un personaje

peculiar y fiel lector de mis artículos...no había nadie más,

menos mal de la luz diurna...oscureciendo, el susto hubiera sido

monumental.

Es Cementeri,

está en perfectas condiciones de limpieza, encalado, los bancos da

gusto sentarte por su pulcritud, agua corriente en las fuentes,

etcétera...en fin, gracias a la empresa Funeraria Gomila, por

supuesto

también a

n´en Pedro es foser

y su esposa, a los de Dalt la Sala y a la ciudadanía que lo suele

visitar... no como la "tropa" que invade los fines de semana el

Parque Rochina.