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(Artículo publicado en el Diario Menorca, el 11-4-2020)

Después de tantos días de confinamiento, la situación es la siguiente: convivencia mano a mano con mi esposa, tareas diarias programadas, despertarnos con Carlos Herrera de la COPE, por cierto felicitaciones al grupo COPE, por los datos publicados en EGM, (Estudio General de Medios), lectura de «Es Diari» para seguir informado puntalmente, repaso correos electrónicos, principalmente los de la Sindicatura de Greuges, que seguimos currando vía internet Por la tarde después de la siesta (pijama, orinal y Padre Nuestro, don Camilo dixit), disfrutar de las vistas portuarias mahonesas, como son las barcas del bou, cuando entran a puerto, con el pescado para la ciudadanía, siempre acompañadas por las gaviotas, gallinots, la central de Endesa, que gracias a ella los menorquines tenemos la electricidad necesaria para que el confinamiento sea llevadero, vatuadell cent llamps, apreciado lector, ¿te imaginas un apagón general, como paso el 2018 por la tormenta?... Vista a los cuatro molinos eólicos, de Milá, por cierto uno sigue enfermo y no es a consecuencia de la pandemia, tres de los vecinos del edificio Marés, en sus respectivos boinders, a las 8 p.m. diariamente dialogamos y aplaudimos, otros vecinos son los de la Estación Naval de Mahón, haciendo sonar una sirena o algún tema musical, por último la figura de la torre del reloj, dando las campanadas horarias.

De este último, me he acordado de un artículo, que hace tiempo tenía de mi amigo el doctor Miguel Timoner Vidal, que hace referencia a uno de los elementos de dicho reloj, su sombrero. Acuerdo a dos bandas, entre el doctor y el mochilero, me permite publicarlo en mi sección sabática. Aquí tenéis su relato, que me ha encantado:

"«EL RELOJ LLEVA SOMBRERO»

Surgió no sé cómo, estaba hablándoles del reloj inglés que los miembros de la Universidad (Consistorio) de Mahón, a comienzos del siglo XVIII encargaron en Inglaterra. Que se fabricó y trajo, y que luego se hicieron remolones para pagarlo, hasta que el Gobernador Inglés les conminó a ser embargados de sus bienes particulares y les dio plazo.

Y naturalmente, yo presumí de que era anterior, o sea más veterano que el famoso de Westminster, el Big Ben, el de Londres.

Y aclaré que estaba en el Ayuntamiento, con su campana y demás detalles que ya son de sobre conocidos por publicados. Y que no era el reloj de la torre de «la Base», la que está en la isla Pinto·

Y aquí vino la sorpresa: la Royal Navy cubría sus relojes, como este de la torre con un "sombrero" como el de gala de sus infantes de marina. Un pith helmet.

Inmediata búsqueda y visión de lo que conocemos como un Salacot, que en realidad viene la palabra salaksak qué en tagalo, allá por Filipinas, designaba un cubre cabezas hecho de tiras de caña trenzadas, y que desde los territorios de las antiguas Indias Orientales Españolas (Filipinas, Marianas, Carolinas, Guam, etc.) pasó a ser de uso común para los occidentales y sus cuerpos de oficiales militares y de Administración Civil en Asia, África y en el Pacífico. Muchos cuerpos militares de todo el mundo, Guardias Reales y bandas de música pasando por los cuerpos médicos USA en el Pacífico durante la Segunda guerra Mundial.

Al ser prenda de gala, lógico fue que cubriera lo importante, por ser de adorno y por su función. Y así fue como las torres del reloj de los acuartelamientos de los Royal Marines ingleses, a lo largo del mundo y desde los siglos de su expansión imperial, se fueron cubriendo con el pith helmet o salacot español. Y esto ocurrió también en nuestro puerto, importante Arsenal con construcciones bizarras en la isla Pinto, y su torre y su reloj. Y allí está el «sombrero» en forma de cúpula de semi-elipse, cubriendo la torre del reloj, tal como me lo describió el Contralmirante de la Royal Navy, F. Price, el único que habla mallorquín nativo. Los lectores recordarán aquí cuando, hace pocos años, durante una visita de un buque de guerra británico y desde la tribuna durante los actos de cortesía en el muelle comercial, el Capitán de Navío inglés - que no lo era del barco, pero vestía igual y con similar graduación - se puso a saludar y dar las gracias en correcto mallorquín, con gran asombro del público mahonés. Era él.

Nuestro inefable Javi Moll mestre d'aixa y de moltes altres coses, lo revisó de cerca y fotografió por si quedara en algún relieve resto alguno de insignia, metopa o distinción, no pudiendo afirmar que pueda haberlo, dadas las capas de cal con la que está recubierto y protegido este singular «salacot relojero».

En resumen: que, por si no lo sabíamos, la cúpula o remate de la torre del reloj de la isla Pinto es el tradicional remate en forma de salacot, que colocaban y siguen colocando los de la Infantería de Marina Real inglesa en sus torres de reloj en bases y acuartelamientos.

Pero si van a al Observatorio de Greenwich, el que hay en su torre aunque se le parece, ya no es así, sino con cuatro caras, aunque por allí pasa nuestro Meridiano más internacional, o al menos eso dicen los del Greenwich Meridian Time o GMT."

Gracias amigo doctor, seguro que los lectores disfrutaran tanto como un servidor. Esperando ver pronto la luz al final del túnel (pandemia), agradecemos la impagable labor de los sanitarios, bomberos, policías, agentes de las Fuerzas de Seguridad, personal de asistencia en geriátricos y un largo etcétera… muchas gracias y salud para todos.