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Una de mis preocupaciones como ciudadano, es que nuestras ciudades estén limpias. Varias veces en mis escritos, he puesto como ejemplo a Oviedo, que desde hace años, total doce, desde el año 1994 hasta el 2018 le han otorgado varios galardones como la Escoba de Plata, de Oro o Platino, por ser la ciudad más limpia de España, los ovetenses sacan pecho por la limpieza de su ciudad.

El pasado martes, «es Diari», publicaba: "Una nueva máquina fregadora-decapadora que realiza una desinfección más profunda de pavimentos a través de un sistema más ecológico ha sido la última adquisición del Ayuntamiento de Mahón para el servicio de limpieza municipal. El propósito de esta compra, presentada este lunes por el alcalde Héctor Pons, y la teniente de alcadía de Medio Ambiente, Conxa Juanola, es mejorar el servicio de limpieza de calles con aceras amplias como complemento al servicio actual de fregado de las vías públicas." ¡Bien!

Apreciado lector, en el Menorca.info, hay un comentario sobre este tema que transcribo: ¡Vergonzoso! En la calle Borja Moll, estoy harto de utilizar la app "incidencias urbanas" para denunciar las "mierdas" de cacas de perros en la acera que continuamente "florecen" con el sol, la lluvia, con el viento...da igual el tiempo que haga. Nunca ves un barrendero limpiar la calle, un policía multar a los maleducados amos de los perros, etc. y ...el Ayuntamiento se jacta de la gran adquisición ¡¡Flipo!! Eso sí, el centro, bonito, con lucecitas, limpito! (sic) Es la opinión de este ciudadano.

En la zona del parque Rubió i Tudurí, las aceras la mayoría de las veces están "sembradas" de cacas de perros, concretamente en la acera de la calle de Ses Rodees, donde voy habitualmente por residir unos familiares míos. Vergonzosa la actitud, de los dueños de los perritos, que no recogen los excrementos. ¡¡Muy mal!!

El pasado domingo, cosa que sucede muy a menudo, cuando bajaba por la cuesta desde Fontanillas, Es Castell, hasta es Moll de L´Hospital, para ser trasportado a la Isla del Rey, cacas o sea, merderadas de cans, a diestro y siniestro...Vatuadell cent llamps, tengo fotos, pero no las quiero publicar.

Estando a finales de Diciembre, en el mismo muelle esperando para embarcar, sorpresa inesperada, el mar estaba lleno de medusas, borns, estos animales marinos, que suelen ser el azote de los nadadores, por sus temidas picaduras...pero en esta temporada veraniega, no habían aparecido y han venido para la Navidades. ¡Bien, así hemos podido bañarnos tranquilamente!

Este año en la Isla del Rey, a falta de poder brindar y picar algo todos juntos, respetando las medidas de seguridad, Marga y Beverley, se dedicaron a repartir cava y un par de pastissets, a los voluntarios en su mismo lugar de trabajo. Detalle que fue agradecido en general. ¡Bien!

Novedad, se había recuperado una pieza de museo, se trataba de una maquina de sumar SUMCO, donada en su día por Lini Pons, de la tienda Alejandra de Mahón, la habían restaurado y funcionaba a la perfección. ¡Bien por el equipo de restauración!

Verdaderamente, la sorpresa de la jornada fue la presentación del libro Menorca Sketchbook, del acuarelista inglés, Graham Byfield, un enamorado de Menorca y de la Isla del Rey que es voluntario, con unos bellos textos de Marcus Binney CBE. Sin lugar a dudas es una verdadera joya. El libro se puede adquirir en la tienda de la Isla del Rey y en otras librerías. Un porcentaje de las ventas del libro, se va a destinar a la Fundación para la Preservación de Menorca, pero este domingo Graham, tuvo un detalle monetario de la venta de ejemplares, para nuestra Fundación Hospital de la Isla del Rey.

Esperando que acabe pronto este año 2020, apreciados lectores, mis mas profundos deseos de que el 2021, sea mucho mejor, hayan bajado considerablemente los contagios de este jodido coronavirus y que las vacunas hagan el efecto esperado.

José Barber Allés

Mochilero