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El divulgador científico Carl Zimmer ofrece en Tiene la sonrisa de su madre una interesante historia de la genética y los usos y dilemas que plantean las nuevas técnicas derivadas del actual e incompleto conocimiento de los genes. El libro abarca desde las especulaciones filosóficas de los antiguos griegos sobre la herencia hasta la revolución de nuestro tiempo en el que es posible secuenciar el genoma de personas que vivieron hace miles de años o en el que los laboratorios experimentan con la técnica CRISPR que es una especie de corta y pega de secuencias específicas de ADN.

Arranca la obra con un apunte personal. Cuando nació su primera hija en 2001 , la ginecóloga aconsejó a los Zimmer que fueran a la consulta de una genetista. Esa visita despertó en el escritor un interés por investigar la herencia y sus leyes que ha culminado en un interesante libro de más de 750 páginas en el que se aborda la cuestión desde múltiples vertientes.

“Durante milenios -escribe el autor-, los humanos han contado historias sobre cómo el pasado dio lugar al presente, sobre cómo las personas se parecen a sus a sus padres…o, por alguna razón, no lo hacen. Y sin embargo antes del año 1700 nadie utilizaba la palabra herencia como hoy en día. El concepto moderno de herencia como tema digno de investigación científica no se consolidó hasta un siglo después.”

Charles Darwin desempeñó un papel crucial a la hora de dar este paso y, sin embargo, fracasó a la hora de responder. Hubo que esperar al siglo XX para que naciera la genética. Y al siglo XXI para que se hayan popularizado los análisis genómicos o que las pruebas de ADN sirvan para resolver crímenes o temas de paternidad.

En el tortuoso camino emprendido por la humanidad para tratar de averiguar las leyes de la descendencia se han cometido muchos errores, a menudo interesados. Como señala Zimmer, durante siglos la herencia se empleó para justificar las injusticias. La propia idea de que existen razas superiores e inferiores es un buen ejemplo de ello. En Estados Unidos sirvió para una elaborada teoría que justificara siglos de esclavitud.

Un error monstruoso fue el concepto de selección del género humano mediante la eugenesia que tuvo un gran predicamento y respetabilidad entre finales del siglo XIX y principios del XX. En Tiene la sonrisa de su madre encontramos una detallada historia de esta idea promovida por las clases altas que entre otras cosas sostenía que la criminalidad se heredaba, un concepto simplista para argüir que la pobreza no se debía a la injusticia social sino a la pura biología y no había nada que hacer. La solución eugenésica era impedir la reproducción de las personas más desfavorecidas o con menor coeficiente intelectual.

Otra gran equivocación, en este caso debido a la ignorancia, era la creencia de las antiguas monarquías de que, para mantener la sangre real, sus miembros debían casarse entre ellos. La dinastía de los Habsburgo fue un buen ejemplo de ello. La que durante un periodo de la Historia fue la familia más poderosa del mundo cayó precisamente por su endogamia, por ese intento de mantener lo que ellos creían que era la sangre azul. Primos, sobrinos e incluso hermanos se casaban entre ellos para conservar el poder disparando el riesgo de patologías genéticas que iban más allá de su famosa mandíbula.

Son muchos los temas que aborda este periodista, galardonado con numerosos premios a lo largo de su carrera. Cuestiones como la de las razas, una idea no sustentada científicamente y que, en cambio, se transmite por herencia cultural; la transmisión de algunos rasgos físicos; la mejora de los cultivos y de la ganadería; la epigenética o curiosidades alucinantes como las quimeras que son personas que tienen dos tipos de células diferentes, cada una con distinta constitución genética como si fueran dos individuos a la vez.

Una gran virtud del libro es que está escrito en un estilo ágil, muy fácil de seguir, excepto en algunos capítulos finales en los que se tratan cuestiones muy complejas sobre los diferentes sistemas que usan los seres vivos para reproducirse o las últimas tecnologías para alterar y manipular la herencia, ya sea para trata de curar enfermedades hereditarias ya sean los intentos para seleccionar algunos rasgos embrionarios. En cualquier caso, el lector puede aprender muchas cosas sobre el poder y el potencial de la herencia.

Tiene la sonrisa de su madre

Carl Zimmer

Traducción de Patricia Teixidor

Editorial Capitán Swing

768 páginas