Pilar Belzunze y el escultor Eduardo Chillida, que falleció en agosto de 2002,ante la escultura «Gora-Bera». | Efe

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La incorporación de un funcionario del Govern en la Comissió tècnica assessora d’Urbanisme i Ordenació del Territori del Consell de Menorca solivianta al PSIB-PSOE. También a Més, que se ha sumado rápido al bombardeo.    Nos referimos a un organismo que tiene carácter técnico y naturaleza asesora.

En la habitual, y ya muy experimentada táctica de abrir sospechas, primero se critica la inclusión de un comisario político en esta comisión, y después se apunta un «conflicto de intereses» por la vinculación de la consellera menorquina, Marta Vidal, que gestiona las cuestiones relacionadas con Territorio en el Ejecutivo autonómico.

Ni las precipitaciones ni las descalificaciones globales son buenas políticas, y por un elemental principio de prudencia habría que esperar a conocer, primero, la identidad del funcionario del Govern, que no político, que entrará en la comisión. Bueno, disparemos primero y ya preguntaremos después. De momento, nos hemos ganado el titular y suscitado dudas que ya se resolverán más adelante.

La cuestión se resume en estas preguntas: ¿será beneficioso para Menorca que el Govern cuente con un técnico en la comisión asesora de Urbanismo del Consell?, ¿se evitarán viajes de ida y vuelta?, ¿ se logrará acelerar la farragosa e interminable tramitación de los proyectos menorquines?

Bloqueo y retrasos

En cambio, ninguna referencia a la congestión, bloqueo y retrasos que acumula la Comisión Balear de Medio Ambiente, organismo del Govern que ha de informar preceptivamente, sí o sí, cualquier proyecto, inversión o modificación de planeamiento urbanístico que afecte a Menorca. Tanto si es de promoción pública como privada.

Miles de expedientes se acumulan sobre las mesas de esta comisión. ¿Cuántos había cuando se formalizó el cambio de gobierno, Pacte por PP, a principio de julio pasado?

Ninguna propuesta para agilizar el funcionamiento de esta denostada comisión balear, con demoras lacerantes de meses y años que son hábilmente utilizadas para demorar iniciativas empresariales a las que acaban renunciando quienes las habían iniciado con ilusión y ganas.

Menorca acumula numerosos casos de estas renuncias. Y, sino, que pregunten, por ejemplo, a Richard Branson o a los hijos de Eduardo Chillida, que acabó huyendo de la Isla ante el laberinto burocrático-administrativo que le impidió crear un segundo ‘peine de los vientos’. Aburrido, incomprendido y disgustado, el escultor vasco acabó tirando la toalla. «Menorca era un espacio único para mi inspiración, y había concebido una gran obra que habría integrado medio natural y expresión artística, pero me sentí rechazado. Todo eran trabas y dificultades, con alusiones a unos planes que desconocía», explicó Chillida en una conversación sin prisa, aquella tarde en Quatre Vents, en la casa de veraneo situada entre Alcaufar y s’Algar, con sus Gravitaciones y sus homenajes a San Juan de la Cruz y J.S. Bach.

Las restricciones impuestas por el PTI y los planes urbanísticos municipales impidieron desarrollar al artista vasco más internacional el maravilloso proyecto que había concebido para Menorca. Así se escribe la historia.

Recursos hídricos

Otro organismo del Govern que se ha venido utilizando para retrasar y paralizar todo tipo de proyectos e inversiones es la dirección general de Recursos Hídricos. ¿Cuántos expedientes quedaron sin resolver cuando Marga Prohens tomó posesión como presidenta del Govern el 7 de julio?, ¿y cuántos de estos proyectos pertenecen a Menorca?

Desconozco si alguno de los trece diputados menorquines en el Parlament ha registrado preguntas para obtener respuesta. De la misma manera que cabe preguntar por qué no aportó el anterior Govern los 150.000 euros que dijo la anterior alcaldesa, Joana Gomila, iba a pedirle para redactar el proyecto para la ampliación del Geriátrico. Por cierto, Gomila, hoy diputada autonómica, plantea esta cuestión en el próximo pleno, cuando ella podría dar más explicaciones.

Telégrafo óptico   

Mallorca y Menorca unidas en el siglo XIX por el telégrafo óptico de Son Jaumell. Es una historia desconocida, que se desarrolló entre 1847 y 1856, que ahora se descubre gracias a la documentación de la familia Melis Cursach, conservada en el Arxiu Municipal de Capdepera. La alcaldesa Juana Mari Pons junto con Luis Alejandre y José Mª Cardona Natta, de la Fundación Hospital de la Isla del Rey, se han desplazado a Capdepera para conocer el contenido de este montaje expositivo. Durante el 2024 se podrá ver y admirar en Ciutadella.

Preguntas de la semana

  • ¿Quién redactará la auditoría sobre el uso del Llatzaret, anunciada por Simón Gornés en el pleno del Consell, y cuándo estará acabada?
  • ¿Cuándo empezará a descongestionarse el servicio en las dos ITV en Menorca y se agilizarán las revisiones?
  • ¿Estudiará el Govern la compra de otros pisos o inmueble de la Sareb en Menorca, además de los se han reivindicado en Maó y Alaior?
  • ¿Qué repercusión tendrá en Menorca el nombramiento del nuevo director general de IB3?
  • ¿Cuándo abonará el Gobierno central las cantidades prometidas al Consell para la gratuidad del bus en Menorca?