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Revitalizar Mahón-Maó, ¡comenzamos!

Tras los meses estivales, recuperamos la ciudad, podemos de nuevo pasear más tranquilos, encontrarnos con aquellos que en verano descansan cerca de la costa, comprobando cómo vivimos nuestro espacio urbano, lugares que acogen nuestras actividades fuera del hogar, las calles, las plazas, parques, jardines, con sus equipamientos, como los comercios, los bares, restaurantes, los locales administrativos, polideportivos, etc., me gustaría invitar a todos/todas a realizar una reflexión sobre este gran espacio "vacío", plenos de actividades de gran importancia por su función única, de relación social-urbana., carentes de edificación.

Cierto que no se acogen a las normas de edificación, reguladas por el planeamiento, no están construidos, lo conforman las fachadas de nuestra viviendas, oficinas, y otros edificios, a estos espacios vacíos nos asomamos desde nuestras ventanas y los recorremos cada día para ir a trabajar, al colegio, a la compra, a casa de amigos, jugar, descansar, o solo por el placer pasear, que acogen y condicionan directamente, mejorándola o perjudicándola, toda nuestra vida ciudadana. ¿Cómo siendo tan importantes no se teme al intervenir en ellos libremente, y sin competencia?, ¿somos conscientes de la repercusión que tienen estas actuaciones no sólo en la ciudad sino en la vida de todo/as los/as ciudadanos/as, en los niños, en los jóvenes, en los ancianos, mujeres, en todos? ¿Quién osa intervenir en estos espacios sólo porque son vacíos?

Este espacio urbano, diseñado con criterios de sostenibilidad, esto es, debe garantizar el pleno de todos/as los ciudadanos/as, mejorando la calidad de vida actual de cada uno sin exclusión de edad, sexo, cultura, economía, etc. sin hipotecar las necesidades de las generaciones futuras.

Esto sólo es posible con proyecto de ciudad sostenible global a largo plazo. Se han presentado los proyectos para Municipios, 2020-2050, deberíamos empezar a pensar, ¿cómo queremos que sea Mahón dentro de 10, 20, 30 años?, sí, esto implica un gran trabajo multidisciplinar, entre ciudadanos, sociólogos, geógrafos, urbanistas, arquitectos, no me quiero dejar a ninguno, así que etc., que analicen y estudien las características propias de esta ciudad, sus necesidades, forma de vida de los ciudadanos, la proyección económica, cultural, educacional, empresarial, etc., y poder así realizar el diseño de un proyecto único de Mahón-Maó 2020-2050, que podría ser un ejemplo de ciudad sostenible europea.

Para este trabajo es imprescindible y necesario el debate y la participación ciudadana, así como el consenso y la madurez de todos los grupos políticos para conseguir llevarlo a cabo.

Comencemos, propongo una meditación sobre nuestro espacio urbano, no debe ser una búsqueda de problemas o criticas, será una visión libre de juicios, sin prejuicios, un ejercicio de consciencia, un paseo mental o real con los cinco sentidos bien atentos, observando, tocando, oliendo, saboreando, escuchando, todo lo que nos rodea cada día cuando recorremos las calles, pisamos los pavimentos, tocamos los árboles, sintiendo que nos produce de noche la iluminación de las calles, seguridad, agresión… sentándonos en los bancos, bebiendo de las fuentes, recorriendo y deteniéndonos en los parques y plazas, cada uno realizará el paseo que hace cada día desde que sale de su casa y va a la oficina, al colegio, al instituto, al mercado…, percibiendo cómo nos sentimos, tranquilos, contentos, estresados, nos detendremos a observar cómo son las baldosas, si resbalan o no, cómo son los bordillos, es fácil circular con carrito infantil, con silla de ruedas, hay niños solos por la calle jugando seguros, van solos al cole, a quién vemos en los parques… hay perros, gatos... se escuchan los pájaros, vamos en transporte público, en bicicleta, a pie… es largo, nos cansamos, es cómodo, entretenido, nos gustan las terrazas, los comercios, los bares, hay gente, nos relacionamos plenamente, estaría muy bien que participaran todos los de la familia y amigos, niños, jóvenes, ancianos, a cada uno sus sentidos les irán dando pautas, señales, alertas de cómo se encuentran en la ciudad.

Alguna vez habíais paseado así?, ahora ya estamos preparados para empezar la participación ciudadana, valorando las cualidades propias de nuestra ciudad y proponiendo ideas, buscando soluciones que mejoren todo aquello que hemos percibido nos impide desarrollarnos plenamente, tengamos la edad que tengamos, el sexo, economía, nivel cultural, como ciudadanas/os de Mahón-Maó, así. ¡Comenzamos! Y seguimos.

Estamos creando un blog para conseguir mayor participación ciudadana en este debate.

Roser Román – Arquitecta
vocal de GBCe (www.gbce.es) – socia de ASA (www.sostenibilidadyarquitectura.com)
Maó

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Retrato de lo
que somos

Ni en el parto lloró. Y siguió creciendo serenamente, atento en la escuela a poner la otra mejilla, la otra mano, el otro ojo, hasta que manco, ciego y sin mejillas, regresaba a casa para escuchar afable las quejas de sus padres.

En el trabajo supo como nadie tolerar abusos y soportar atropellos, complaciente y complacido de sobrellevar con la mejor de sus sonrisas tanta injuria. A pesar de los agravios, siempre tenía para ofrecer la otra sonrisa, la otra oreja, el otro pie, hasta que sin mejillas, manco, ciego, amargado, sordo y cojo, rendía en la noche cuentas a la pesadilla que le tocara en suerte.

Estoicamente soportaba insultos e improperios, poniendo siempre por delante un apacible y manso corazón capaz de comprenderlo y perdonarlo todo.

Así fue que, además de sin mejillas, manco, ciego, amargado, sordo y cojo, también quedó sin pecho y sin espaldas.

Ni siquiera cuando lo desalojaron de su casa y lo despidieron del trabajo tuvo aquel hombre un mal gesto o una peor reacción, tal vez porque hacía ya mucho tiempo que carecía de gestos y reacciones.

Cuando sólo le quedaba la palabra, ya con sesenta años de ecuánime existencia, un mal día, con un hilo de voz susurró delante del espejo un postrero y definitivo ¡Coñoooooo! que llegó a oídos de todos, de sus padres, de su maestro, de su patrón... y antes de que tuviera oportunidad de arrepentirse, apostados frente a su desahogo, airadamente le reprocharon su desvergonzada intolerancia, su grosera intransigencia, su peligroso fanatismo...

Eso fue poco antes de que, también, perdiera la palabra.

Y después vinieron... (Bertolt Brecht)

Iñaki Silveira Lorenzo
Ciutadella