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Bonos
por la patria
Se leía hace unos días en la prensa, que un atleta menorquín busca patrocinadores para darle la vuelta al mundo corriendo. Partiendo de esta idea, un conspicuo grupo de ciudadanos –chapetones todos– está trabajando con la intención de formar un nuevo partido político; CIDES: Ciudadanos Desesperados. Aunque son bisoños, tienen las cosas claras. Pretenden conseguir de manera rápida, clara y contundente, situar Sa Roqueta en el lugar que merece.

No importa que exista una docena larga de partidos, ya consolidados. Uno por cada tres mil isleños con capacidad de voto. El "pastel" da para todos. Tiene este futuro partido, una visible ventaja sobre la gran mayoría de los existentes. En su doctrina, la chanfaina y el nepotismo, no tienen cabida. Nada de colocar parientes y amigos a la hora de adjudicar cargos o empleo público. Su objetivo prioritario es, darle la "vuelta" a Menorca. La situación en la que se encuentra, no la soporta ya ni el Quico. El Gobierno anda más perdido que Carracuca.

El proyecto será financiado con el método Manera: vendiendo deuda. Actualmente es lo que más se está vendiendo en España. El interés será altísimo. El de vender, ¡claro!. Sumando las deudas de los afiliados y simpatizantes, la cifra es seria. Trasformada en bonos, se matan dos pájaros de un tiro. Uno: Desaparecen los números rojos, en las cuentas de los promotores. Dos: Tendrán Cash Flow suficiente, para financiar la aventura.

CIDES avisa –quien avisa no es traidor– cosa que no han hecho el Sr. de Algaida y míster Manera: Puesto que los bonos no son avalados por el Estado, ante una posible suspensión de pagos, el Estado no se hace responsable. ¿Alguien asegura que esta comunidad –como otras– no está en suspenso? En su "Causa de la riqueza de las regiones", dice Adam Smith: la intervención del Estado ha de ser mínima y máxima la iniciativa individual.

¿Somos los ciudadanos los responsables de que los gobiernos no tengan un chavo? No. Hace 70 años, dijo John M. Keynes: "en periodos de alto nivel de desempleo, se puede mantener una economía equilibrada a través de la intervención estatal en el gasto público". Todo lo contrario, han hecho las administraciones. ¿Ahora qué? Ahora, bonos por la Patria.

Bartolomé Ruz Sánchez
Ciutadella