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Otro golpe,
hace 23 años
Estos días que tanto se nombra el número 23 F, permítanme recordar otro número 23, olvidado o tergiversado. Hace 23 años que Baleares fue víctima propiciatoria también de un verdadero "Golpe de Estado Cultural". Políticos, carentes de preparación académica adecuada, determinaron oficialmente en el Estatut que "era lengua catalana en Baleares" lo que siempre, siempre, siempre había sido "Balearicum Eloquium", en sus modalidades de mallorquín, menorquín, ibicenco. Esta ordenación estatutaria, desde el punto de vista filológico, es una aberración científica, un enorme error.

Este increíble error reviste especial afrenta al pueblo balear, ya que nuestra ancestral lengua autóctona tiene una honrosa singularidad, que la convierte en una joya de gran valor dentro de la lingüística románica. Las lenguas neolatinas en su evolución crearon su artículo determinativo desde las variadas formas demostrativas del latín. Las más importantes optaron por el "ille, illa, illud", dando "el, la, los, las", español; "le, la, les", francés; "el, els, la, les", catalán…

Baleares, por su parte, eligió dos demostrativos latinos -esto es su gran valor- para su artículo determinativo. Usó, y usa, el "ipse, ipsa, ipsum" para lo corriente y genérico: ES pa, SA llet, ETS hòmos, SAS dònas, en SOS pèus… y el "ille, illa, illud" para lo único y para la expresión del género neutro: EL cel, LA terra, L'infern, LA sèu, EL Papa, LA Mare de Déu… LO bò, LO xerèc…

Estas y otras peculiaridades específicas del balear son, científicamente, un tesoro lingüístico y una joya filológica. Nuestros políticos isleños, por ignorancia unos, por razones políticas otros, por mareantes subvenciones los "inmersores", de espaldas al pueblo hicieron lengua catalana nuestro milenario "Balearicum Eloquium", hace ahora exactamente 23 años. ¿No es esto, Sr. Director, un auténtico "Golpe de Estado a la Lengua Balear?

Juan VANRELL NADAL
licenciado en Filología
y catedrático de Francés


La hipocresía de quitar contaminación
Yo soy Valeriano Allés explotador de la cantera Son Sintes. Que es una actividad que consiste en extraer y procesar áridos a base de instalaciones de beneficio autorizadas por la Conselleria de Comerç e Industria del Govern de les Illes Balears. Acompañada de los informes favorables de Medio Ambiente correspondientes.

Me propuse un ambicioso proyecto para la protección del medioambiente, aprovechando los rechazos de la cantera, triturándolos y lavándolos obteniendo un producto final de alta calidad y su posterior utilización para obtener prefabricados, materiales útiles para las infraestructuras de la construcción (Artículo 138 de la Ley de Minas punto 2). Evitando, por un lado, residuos en cantera y su transporte en camiones, productores de CO2, al vertedero y por otra, evitar el transporte de áridos a polígonos para su posterior fabricación y reparto.

Con esta maniobra se evita el tránsito de vehículos pesados y sus contenidos y se consigue evitar la emisión de 57.000 toneladas de CO2 anuales a la atmósfera de la isla de Menorca.

Este proyecto estuvo en funcionamiento un año, cumpliendo su labor para con la ecología de la Isla. Pero la actividad fue extirpada por el favoritismo del Consell Insular y un corrupto imputado del Govern Balear con el cargo de Conseller de Industria y actualmente implicado en varios procesos judiciales.
Me pregunto si mi apuesta por la ecología y el abaratamiento de los costes y siempre dentro de un marco legal ¿por qué me encuentro en la actual situación?, es decir, cómo es posible que la corrupción llegue hasta el punto de pudrir la Isla y destrozar una sólida empresa con un total de cien familias que directa e indirectamente, con un puesto de trabajo fijo, disfrutaban de un nivel de vida estable y que ahora de la noche a la mañana se encuentren en el paro.
Tanto yo, Valeriano Allés, como mis exempleados aún nos lo estamos preguntando.

Valeriano Allés Canet
Ciutadella


¿Carnaval o fiesta
de la espuma?
¡Ya esta aquí el Carnaval! Llegó el momento de disfrazarse, de divertirse, de usar la imaginación y la creatividad para reírse, en primer lugar, de uno mismo.Llegó la hora de llenar las calles de brujas y payasos, monstruos y hadas, demonios y ángeles, policías y ladrones, caballeros y dragones.

Todos esos seres pulularán por nuestra ciudad para llenarla de alegría, regocijo y esperpento y terminar ellos mismos llenos…. ¡de espuma!

No sé a quien se le ocurrió tan nefasta idea, pero se podría haber quedado en la cama ese día.

Pienso en todo el cariño, trabajo y dinero que han dedicado algunos para componer un disfraz, ya sea para sí mismo o para sus hijos, para que termine siendo un colgajo chorreante y helado bajo un manto de espuma que algunos usan indiscriminadamente.

He escuchado incrédulo cómo algunos califican este comportamiento como un divertimiento inofensivo. Supongo que así es para quien no recibe un chorro directamente a los ojos, o para quien tiene la suerte de no pisar, con el consecuente resbalón, uno de los numerosos botes desechados que alfombran las calles.

Sin contar el llanto de alguna pequeña personita que ve sus ilusiones reducidas a pingajos por el descontrol y la poca sensibilidad de algunos.

Se me escapa el posible significado de esta actividad en relación con el carnaval. Si la cuestión es que los chavales se diviertan lanzándose algo ¿no sería mejor que los botes fuesen de serpentinas? Esto no evitaría que los envases terminasen por tierra, eso solo se consigue con educación y respeto, pero evitaría los otros males.

Tal vez sea una estrategia para estimular ciertos negocios (papelerías, jugueterías, librerías, droguerías, tiendas de todo a 1 euro, etc.) ya que cada año más comercios se apuntan al carro de la venta de espuma.

¡Ah! Casi se me olvida, también a la venta de monos, aunque la mayoría de las veces el mono va por dentro.

¡Espumoso carnaval!

Alfredo Iglesias Martínez
djmalasombra@hotmail.com
Ciudadela