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Promesa incumplida en la Plaza del Príncipe

¡¡Veinte años!!, sí, veinte largos, tristes, cabreados y vociferados años tardamos los comerciantes de Plaza del Príncipe y Camí des Castell en conseguir que nos hicieran caso. Ni un indicador de zona comercial, ni luces de Navidad, ni actuaciones musicales, ni fiestas, ni nada de nada. ¡Olvidados!. Tuvimos que organizarnos y con nuestras cuotas pagarnos nuestras luces, nuestras actuaciones etc.Pero al fin llegó la recompensa. Unas obras que ensalzaron la plaza y los edificios tal y como se merecían y sobre todo, y lo más importante ensalzaban al viandante que como en una pacífica riada, llegaba hasta nuestra zona, ya libre de obstáculos y por cuya calzada circulaban los vehículos a motor como si ésta ya no les perteneciera.Se instalaron unas magníficas terrazas, empezaron a proliferar los turistas que se fotografiaban ante sus edificios y esculturas que se instalaron este verano, se escuchó música y hasta se vieron niños jugando como si se tratara de una zona completamente pacificada.

Ante tal evidencia tuvimos el atrevimiento de solicitar al Ayuntamiento que se extendiese la zona semipeatonal hasta bien entrado Camí des Castell para posibilitar así una mayor afluencia de peatones y el disfrute de actuaciones a vecinos, comercios y clientes.
Expresé personalmente y mediante carta entregada en mano a Don Salvador Botella que tuvo a bien atenderme personalmente y al que pude exponer nuestras peticiones, dicha carta iba firmada por quince comerciantes de la zona (es decir total mayoría).

Además pude expresar el completo rechazo de nuestros comerciantes ante un doble carril circulatorio en la Plaza, lo que provocaría un retroceso en todos nuestros logros.
Llegado a éste punto y antes de despedirnos, Don Salvador se levantó de la mesa de reunión y sus palabras fueron estas:

-Plaza del Príncipe no tendrá doble carril circulatorio.

Se lo hice repetir. Reiteró su voluntad de mejorar los accesos a la zona sin ejercer una presión innecesaria en ella.

Me fui contenta, transmití sus palabras a mis compañeros:

-Buscará solución al tema circulatorio sin desdoblar el carril.

Yo le creí y le sigo creyendo. La palabra dada por un hombre es su firma.

Catalina Pons Vinent
Mahón