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Estamos
indignados

Desde el personal de la Residencia Geriátrica Asistida queremos manifestar nuestra indignación por el artículo aparecido en el diario "Menorca" (2 de enero de 2012), el cual hace referencia a la sobredimensionada plantilla y su salario.

En dicho estudio se hace referencia en todo momento a la Residencia Geriátrica y la diferencia que hay con nuestro centro es que somos Residencia Geriátrica Asistida, donde el 90% de los residentes son de alta dependencia, hablamos de residentes y no de ancianos porque también tenemos residentes de atención sociosanitaria (enfermos crónicos, personas con alguna discapacidad física, social o intelectual), en las que se busca el aumento de autonomía de los enfermos, paliar sus limitaciones o sufrimientos (en especial en el momento terminal). Todas estas prestaciones tradicionalmente discriminadas por la Seguridad Social que trasladaba dicha carga a las familias y hoy por hoy una parte de todo esto lo asume un centro como el nuestro. Con el envejecimiento de las sociedades se hace necesario el prestar una especial atención a este tipo de situaciones, a que no decrezca la ratio/plazas/población mayor, ya que cada año aumenta cada vez más dicha población, en ratios este centro se encuentra por debajo de la media provincial. Haciendo referencia a dicho estudio, tratar de ignorar o endulzar lo que sucede a nuestro alrededor. ¿Es una estrategia apropiada para prevenir y/o transformar situaciones perniciosas a nivel individual, colectivo o social?

En dicho estudio se habla de salarios elevados ¿A qué llaman elevados? A cobrar 1.200 euros trabajando festivos, turnos, noches y cobrando antigüedad? Y que a pesar de gustarnos este trabajo, no deja de ser por ello en ocasiones poco grato.

En definitiva, los recortes conllevan restricciones en cadena y no parece que vayan a reactivar la economía, la calidad de vida y mucho menos el trabajo social.
Desde esta Residencia Geriátrica Asistida instamos a quien competa, acompañarnos en una de nuestras jornadas laborales y después que valoren.

Inés Rodríguez y 44 firmas más trabajadores de la Residencia
Geriátrica Asistida de Maó