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A los concejales de l'Entesa
Tenía ganas de hablar de este tema y me lo han puesto en bandeja. Durante años el Ayuntamiento de Es Mercadal hizo urbanismo a la carta, y su partido ha sido el ejemplo más reciente y más flagrante. Construcciones nuevas, rehabilitaciones, dentro del núcleo urbano y en terreno rústico, caminos abiertos y cerrados aquí y allá, … No sabemos si con licencia o sin ella, pero algunas licencias sin duda concedidas fuera de la norma. ¿Eso no fue discriminar a los ciudadanos que actuaban correctamente? Ustedes fueron expertos en saltarse las normas urbanísticas, tomando decisiones por conveniencia y, por tanto, de forma poco clara a bastante oscura. Lo suyo no es un problema de memoria histórica, sino de memoria de corto plazo. ¿De qué principios hablan? La coherencia con sus principios asusta. Sinceramente espero que el Ayuntamiento actual sea más honesto en la toma de decisiones urbanísticas que lo acostumbrado por los gobiernos municipales anteriores.
Juana Coll Palliser

Es Mercadal

Y ahora el céntimo sanitario
Alguna vez se han preguntado cuánto pagamos de impuestos, qué porcentaje de nuestro sueldo destinamos a mantener a nuestros gobiernos.

A raíz de la implantación del céntimo sanitario, me ha surgido la duda, ¡hala un impuesto más! que sumado al IRPF, IVA, IBI y otros ¿cuánto nos supone a fin de mes?

Si hacemos unos cuantos números, partiendo de un salario de 20.000 euros al año pagamos aproximadamente un 12,5% de IRPF que supone unos 2.450 euros, un 6,35% a la Seguridad Social o sea otros 1.250 euros, sin contar la parte que paga la empresa que para el ejemplo serían más de 7.000 euros al año, luego si compramos pagamos el 18% (generalmente) de IVA lo que nos puede suponer más de 1.500 euros al año, el IBI puede suponer otros 1.000 euros, en resumen y sin querer marear con tantas cifras de un sueldo bruto de 20.000 euros al año pagamos, sin profundizar mucho, más de 6.200 euros al año en impuestos con lo que nos quedan, siguiendo el ejemplo, 1.150 euros limpios al mes a lo que es lo mismo cada mes pagamos de media 515 euros de impuestos.

A la vista de ello me pregunto, ¿gastan bien los gobernantes este dinero? ¿O lo han despilfarrado en infraestructuras innecesarias, en duplicar o triplicar administraciones, en cargos de confianza, en subvencionar a todos los que les han interesado y en otras muchas "necesidades" ya que parece que no les basta y que han gastado más de la cuenta o que han gastado lo que no tenían y ahora no hay para mantener lo que había ni para pagar la deuda que han generado?

Por ello creo que es justo pedir a los que nos gobiernan que para que nos queden poco más de mil cien euros al mes hemos pagado unos quinientos en impuestos o sea un 45% por lo que antes de hacer sus políticas piensen en las prioridades de todos y no en las suyas ya que lo están haciendo con nuestro dinero. Ya sea antes, que parece que han gastado lo que no tenían o ahora que no saben cómo pagar lo que se debe.

Y volviendo al principio, el céntimo sanitario, en realidad son 4,80 céntimos más IVA o sea 5,66 céntimos más, que tendremos que pagar por litro de combustible con lo que los impuestos que pagaremos sobre el carburante representarán el 58% de su precio.
Miguel Ángel Vidal Marí
Asesor fiscal
Es Castell

El silencio olvidado
Cada día cruza mi campo visual un edificio muy emblemático hace algún tiempo y, ahora, abandonado. Dicha casa era un lugar de acogida de enfermos, de sanidad, de convalecencia, curación y fallecimiento acompañado. Ahora amenaza ruina, por dejadez, despilfarro y falta de planificación. Evidentemente me estoy refiriendo al antiguo hospital "Virgen de Monte Toro".

Concebido en otros tiempos tan, o más, funestos que los presentes, dicho edificio cumplió su cometido de servicio a la comunidad, con sus más y sus menos. Todos tenemos historias que contar de este lugar, unas vividas con dolor y amargura, otras con alegría y esperanza. Todas compartidas en nuestra insularidad de fronteras naturales.

¿Qué proyectos hay con respecto a este inmueble que se está desconchando?, ¿esperan que se caiga poco a poco?, ¿está bien controlada su salubridad?, ¿han pensado en ello?, si es del Ministerio de Sanidad, ¿les han preguntado qué piensan ellos?, ¿qué van a hacer?... Hay un sinfín de preguntas que morirán sin respuestas, y sin embargo, vale la pena intentar despertar el interés por dicha cuestión, pues con el tiempo, lo que aún hoy es recuperable para habilitar, se convertirá en un solar para especular.

Si el edificio es del Ministerio, es también del pueblo de Maó, de su Ayuntamiento o del Consell Insular y no una propiedad privada particular o de ningún ministerio. Despejen mi razonamiento con buenas razones si las hay, pero no me digan que como ciudadanos de un Estado no tenemos a las instalaciones abandonadas por ese Estado y que poco tardarán en ser devastadas por el tiempo.

Hay muchas cosas que se pueden hacer y muchas personas para llevarlas a cabo, simplemente pregunten y ya verán como les llueven propuestas e ideas para desarrollar algún proyecto que tenga viabilidad. El lugar puede dar puestos de trabajo, incentivar emprendedores y activar nuestra maltrecha economía.

Me gustaría que se dignaran en recuperar para los ciudadanos lo que les pertenece y que lo compartan con ellos, que confíen más en las personas en lugar de pretenderles sólo para el voto. No nos veten el mañana con consignas de partido, clichés oficiales, doctrinas trasnochadas y ortopedias legislativas. Echen a andar, inviertan en lo que ya tenemos y que se está cayendo a trocitos como nuestro futuro.

Un silencio de olvido, agrieta la casa de salud abandonada y, con puertas y ventanas cerradas, cae poco a poco una noche desolada.
Gabriel Cardona Prunera
Es Castell