TW
0

Pobres pescadores

No me agrada ser sensacionalista, las cosas no son ni tan blancas ni tan negras, como dicen por ahí, hay un entremedio, es por eso que el titular en primera página del «Menorca» me ha disgustado preguntándome ¿a quién benefician?
A nuestros pescadores, no, ha sido tal cual les hayan dado un mazazo i des forts. Si deseaban respaldar a los 'verdes', lo han conseguido y no es justo. A continuación del informe de la contaminación deberían haber aclarado si los congelados de vete a saber de donde llegan están purificados, libres de todo mal, algo que siempre dudé.

En los tiempos que corren es difícil la supervivencia, los depredadores se comen unos a otros d'un bon pas y de algo hay que morir, digo yo, ¿o no ?

Por lo cual, señores míos, pueden continuar haciendo la caldera de toda la vida aprovechando la cabeza del rape que saldrá suculenta y, por supuesto, no dejen de añadir es cap-roig ideal para ello, si es de un buen tamaño y tienen tiempo decanten las sabrosas popes y sírvanlas con una mahonesa, o hagan con las mismas las croquetas que hacían nuestras madres que aprendieron de las suyas, recién cocidas junto al calor de la cocina como aperitivo son suculentas. Y quien sabe, a lo mejor es gracias al mercurio que llevan ja, ja, ja... i viva la tia Pepa.

En este momento me dispongo a ir a comprar a mi pescadería, la de Sant Lluís, en la que tengo la posibilidad de dejar el coche frente a la misma puerta sin tener que pagar un cèntim. Catina y Alfredo, siempre al tanto de beneficiar a su público, me prepararan una docena de salmonetes para servir mañana a mis amigos un perol as forn con patatas cubiertos con tomates, su respectivo pan rallado perejil y ajos, todo ello cortado muy diminuto, regado con algo de aceite del que nos sobró al freír las diminutas patas de Navidad y algo más de nuevo.

De entrante, les serviré unos medallones de rape pasados por un 'si te veo no te veo' de harina y huevo batido. Y viva la vida, que de algo hay que morir, que todos somos lo suficiente mayorcitos por no ignorar que este planeta no es el que disfrutaron Adán y Eva, que la tierra no produce los frutos de antaño ni el mar tampoco y que ya va siendo hora que saquen los lodos de mi puerto, el de Mahón, que tan descuidado y abandonado tienen, los unos y los otros los que viven de la poltrona, los que no han trabajado en su puñetera vida, ignorando lo sacrificado que es navegar por este mar en busca de caladeros, de estirar xerxesyi trabajar de día y de noche.

Y a ustedes, mis queridos lectores, recordarles que no se priven para nada del rape, salmonetes, cap-roig, etc.

Margarita Caules y Ametller
Bini-Repòs / Torret