TW

Bajo el lema «una Monarquía renovada para un tiempo nuevo», el nuevo Rey Felipe VI desveló ayer, ante las Cortes Generales y tras haber jurado la Constitución, sus intenciones, principales objetivos y líneas maestras.

Declaró que la Corona es el símbolo de la unidad de España, pero a continuación matizó que «unidad no es uniformidad» porque «en esta España caben distintas formas de sentirse español, caben todos los sentimientos y sensibilidades».

El nuevo jefe del Estado es consciente de que la Corona «debe buscar la cercanía con los ciudadanos, saber ganarse su aprecio, su respeto y su confianza» lo que exige velar por la dignidad de la institución, preservar su prestigio y observar «una conducta íntegra, honesta y transparente». Felipe VI sabe que los españoles reclaman ejemplaridad, imprescindible para conseguir la «autoridad moral necesaria» con la que ejercer sus funciones.

Un nuevo rey para un tiempo nuevo, cargado de retos y dificultades: desempleo, crisis económica e institucional.
Acaba la etapa de Juan Carlos I y en este 19 de junio arrancó el nuevo ciclo de Felipe VI, que nos exige un «profundo cambio de mentalidades y actitudes» para situar a España en el siglo XXI.