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El enorme edificio del antiguo Hospital Verge del Toro lleva ocho años cerrado y en proceso de deterioro. La zona se ha convertido en uno de los espacios urbanos más degradados de Maó, por lo que el Ayuntamiento ha insistido ante la Conselleria de Salud para que se diera una solución. Al final, el Govern devuelve el edificio que tenía cedido al Instituto Nacional de la Seguridad Social. La decisión representa la renuncia a ubicar aquí el centro sociosaniatario que la anterior administración había presupuestado en más de 9 millones de euros. La falta de recursos económicos ha mantenido esta expectativa paralizada, a pesar de que el Consell sigue valorando la necesidad de los servicios que debe prestar un centro de este tipo.

En este momento, por tanto, se mantiene sin definir la expectativa del centro sociosanitaria, y se da un paso para resolver el problema de la degradación de este espacio urbano, abriendo la posibilidad de que el Estado venda o alquile su propiedad, para que tenga un uso privado y no represente un coste a la administración. Al menos, no quedará en el olvido y abandonado otro edificio público, en este caso, en una ubicación privilegiada de la ciudad.