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El ministro de Economía y Competitividad, Luis de Guindos, ha desatendido las dos peticiones planteadas por un representativo grupo de empresarios de Balears respecto a lo que constituyen reclamaciones históricas de nuestras Islas: compensaciones para reducir los sobrecostes de la insularidad y la reducción del IVA turístico.

De Guindos persiste en el inmovilismo que los sucesivos gobiernos centrales vienen manteniendo ante ambas reivindicaciones que lastran la actividad económica, dificultan las inversiones y merman la competividad de las empresas.

Provoca malestar e indignación que se repita esta respuesta, discriminatoria y perjudicial para Balears, cuando la compensación por el hecho -y el coste- de la insularidad está recogida en la Constitución. El sistemático incumplimiento de este precepto constitucional constituye un agravio comparativo para todos los ciudadanos y todas las empresas de Balears. La mejora de los indicadores económicos justifica la disminución de la presión fiscal que grava nuestro principal sector económico. Las Balears no son Canarias, pero son islas como Canarias y precisan ver compensada la insularidad.