03/03/15 0:00
El pulso que el 18 de diciembre abrió con el Consell la UTE que ejecuta la mejora de la carretera general en el tramo Maó-Alaior al solicitar la suspensión temporal de las obras, se resolvió ayer a favor de la institución insular cuando Dragados y Antonio Gomila decidieron reemprender la actividad. Atrás queda el amago de renuncia, pero sobre la mesa del Consell se encuentra la modificación de proyecto presentada por las dos empresas con un sobrecoste que asciende a 2,8 millones de euros.